30 abril, 2007

Velas en la oscuridad

Cumplo años estos días y me ha sorprendido que más de un amigo de internet se ha acordado de mí (y eso que no sabía la fecha casi nadie). Cierta pareja incluso se adelantó al día y me envío por correo, con un subterfugio, un regalo inesperado. Menuda sorpresa y vaya sonrisa de tonto al abrir el paquete en plena calle.


      Aunque me asome la lagrimita si me lo felicitan, soy de los que no celebra los cumpleaños, así que, pese a que en realidad acabé soplando, la de esa sobrecubierta es la única vela que he visto. Es muy apropiado recibir "la Biblia escéptica", ya que, además de tener la edad de Cristo, este impresentable aún no ha leído El mundo y sus demonios. No pasé de la mitad, antes de la reedición actual, de una versión en PDF. No me gusta leer libros en el ordenador.

      Y ya que estamos, y como hemos nacido el mismo día y en el mismo lugar, aprovecho para diseccionar la estúpida nota de prensa zodiacal de la agencia Efe sobre la nueva infanta:
La segunda hija de los Príncipes de Asturias ha nacido bajo el signo de Tauro, el mismo de su tatarabuelo, el rey Alfonso XIII, su tía abuela Irene de Grecia y su primo Miguel Urdangarín Borbón, personas, de acuerdo con el zodiaco, pacientes, persistentes, de buen corazón y a quienes no les gustan las prisas.
      No soy persistente. Puedo ser muy impaciente (¡No me llega el paquete de eBay!). A nadie le gustan las prisas, esto solo es una generalidad.
A los Tauro, aseguran los expertos en horóscopos, les encanta sentirse seguros y son muy cariñosos y fieles. En contrapartida, a veces pecan de ser celosos, posesivos y algo codiciosos.
      No soy celoso, posesivo ni codicioso. Ni un poco. Todo el mundo quiere sentirse seguro, otra obviedad.
Tienen buen gusto y son amantes de la música.
      Ya. Tengo un amigo con el que coincido increíblemente en casi todos los gustos y es Cáncer.
Tampoco son ajenos a todo aquello que suene a comodidad, a estabilidad o a placer y las cosas naturales presentan para ellos un atractivo irresistible.
      Otra generalidad, nadie disfruta con la inestabilidad, la incomodidad y lo desagradable. Hasta los vagabundos escogen la mejor caja de cartón disponible.
No soportan las presiones y lo de estar mucho tiempo en casa no es lo suyo, aunque disfrutan con la reflexión y no les convencen los cambios.
      Soy más casero que una zapatilla y me gustaría que hubiese más cambios en mi vida. A nadie le gustan las presiones, otra generalidad.
Los nacidos entre el 20 de abril y el 20 de mayo son, según los especialistas en estas cuestiones, estables, conservadores, amantes de la paz y de la tranquilidad y de evitar las deudas. Son respetuosos con las leyes, además de prácticos, decididos y poseedores de una gran fuerza de voluntad.
      No soy conservador. No soy práctico. Más generalidades: la mayoría de la gente prefiere la paz, la tranquilidad, no tener deudas y ser respetuosa con la ley.
En consecuencia, la rutina no les asusta y, como son de ideas fijas, no cejan ante las dificultades y tienen un gran sentido de la justicia.
      La rutina me parece un asco y solo me meto en dificultades si no queda otro remedio. Generalidad: todo el mundo odia las injusticias.
Pero a veces, cuando las cosas se tuercen pueden volverse demasiado rígidos, egocéntricos y tercos, y si se tercia volcarse en el hedonismo.
      Más generalidades, esto puedo interpretarlo como que a veces no escucho a los demás o me regalo una buena comida. Nadie tiene en cuenta a los demás todo el tiempo y todos disfrutamos del placer.
Cuando crezca, podrá dedicarse con grandes posibilidades de éxito a la medicina, la química, la industria, la banca, la educación o las artes. Son creativos y emprendedores y no les hacen ascos a los trabajos manuales.
      ¿Queda algo sin mencionar? Tripulante de submarinos, quizá. Y, encima, no está incluido lo que yo hago.
Tranquilos por naturaleza, si pierden los estribos es mejor guardar las distancias, aunque prefieren evitar los disgustos y tienden a estar de buen humor.
      Más generalidades. Nadie se vuelve más simpático cuando se enfada y todo el mundo prefiere estar de buen humor y evitar los disgustos.
Cariñosos, sus amistades se encuentran dentro de su entorno social.
      Grandioso. En contraste, deben de existir signos que pegan palizas a sus amistades, que además se encuentran fuera de su entorno social (por lo visto eso es posible).
Y su pareja no tendrá grandes dificultades para compartir su vida, porque no son demasiado exigentes, y ejercen de excelentes padres.
      Soy exigente con mis parejas y solo soporto a los niños en dosis homeopáticas.

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22 comentario/s (feed de esta discusión):
Anonymous Anónimo escribió:

Te faltaba decir la cualidad más importante de los Tauro: SU TESTARUDEZ Y CABEZONERIA.

:)

4/30/2007 04:59:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Sí que está: Pero a veces, cuando las cosas se tuercen pueden volverse demasiado rígidos, egocéntricos y tercos.

4/30/2007 05:07:00 p. m.  
Blogger skizo escribió:

Felicidades!! Que sean muchisimo mas.


Solo un "pero": COMO PUEDES NO HABER LEIDO EL MUNDO Y SUS DEMONIOS¿?!?¿!

jejejejej

En fin, pues ahora ya no tendras que leer mas desde la pantalla, que si, es bastante engorroso.

Ya nos contaras que tal.

Es un libro imprescindible y siendo lector de tu blog, nunca pensé que no lo tendrias ya jejejeje

Cuidatee!!

Saludos!!

4/30/2007 08:03:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Gracias, Skizo.

Bueno, ¡he leído hasta la mitad! Si me hablan de dragones y garajes, no me pierdo...

Yo descubrí el escepticismo con Fraudes paranormales, de James Randi. El mundo y sus demonios estuvo agotado bastante tiempo y no podía conseguirlo. Cuando lo sacaron, tenía otras prioridades. Y no tengo problemas por confesar que no he hecho muchas de esas lecturas "obligatorias". Desde luego, el libro ha sido un gran regalo.

Saludos...

4/30/2007 08:44:00 p. m.  
Blogger Lola escribió:

¡De verdad que fueron los duendecillos los que nos cogieron el dinero, fueron a la tienda y trajeron de regreso el libro, envuelto y todo (hasta nos dieron el cambio)!

Mira que eres escéptico... Si en el libro habla de dragones... ¿Por qué no te crees lo de mis duendecillos? ;-)

Lola.

4/30/2007 09:36:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Es que los tauro somos muy escépticos. :D

4/30/2007 09:59:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Nunca le he hecho mucho caso a los horóscopos, pero voy a ver...

«personas, de acuerdo con el zodiaco, pacientes, persistentes, de buen corazón y a quienes no les gustan las prisas.»

Vaya, yo soy paciente, muy paciente. Cuando persigo algo puedo ser muy persistente. Lo de buen corazón, no lo voy a negar... Y sí, las cosas despacito, nada de prisas.

«A los Tauro, aseguran los expertos en horóscopos, les encanta sentirse seguros y son muy cariñosos y fieles. En contrapartida, a veces pecan de ser celosos, posesivos y algo codiciosos.»

Me encanta sentirme seguro. Además, me considero muy cariñoso y fiel. Y es cierto que a veces peco de celoso, posesivo y codicioso. No en gran medida, vaya, pero en general creo que me va.

«Tienen buen gusto y son amantes de la música.»

¡Anda, como yo! Mi madre siempre hablaba muy bien de mi buen gusto. Además considero que el buen gusto es una virtud que no muchos poseen.

Y lo de la música, bueno, creo que mi discoteca habla ampliamente de mi gusto por la música, además de que he llegado incluso a componer alguna pequeña pieza.

«Tampoco son ajenos a todo aquello que suene a comodidad, a estabilidad o a placer y las cosas naturales presentan para ellos un atractivo irresistible.»

Desde luego que me gusta más lo cómodo. Agradezco mucho la estabilidad. Y los pequeños placeres de la vida son para mí una delicia. Lo de las cosas naturales, bueno, llamarle "irresistible" es un poco bruto, pero desde luego prefiero un zumo de naranja natural antes que una Fanta o un zumo enlatado.

«No soportan las presiones y lo de estar mucho tiempo en casa no es lo suyo, aunque disfrutan con la reflexión y no les convencen los cambios.»

Es cierto, no soporto la presión. Lo de estar mucho en casa no me supone un problema muy grande, pero siempre es bueno salir un poco a tomar el aire.

Y desde luego prefiero que las cosas estén bien quietecitas. Los cambios no me van mucho.

«Los nacidos entre el 20 de abril y el 20 de mayo son, según los especialistas en estas cuestiones, estables, conservadores, amantes de la paz y de la tranquilidad y de evitar las deudas. Son respetuosos con las leyes, además de prácticos, decididos y poseedores de una gran fuerza de voluntad.»

Caramba, me están describiendo como si vieran una radiografía de mi alma... En efecto, soy todo eso. Me encantan la paz y la tranquilidad y odio que las perturben. Trato de evitar las deudas siempre que puedo y respeto hasta los pasos de peatones. Soy práctico. Decidido, bueno, sí, algo. Lo de la fuerza de voluntad me flojea a veces pero en otras voy para adelante con lo que haga falta.

«En consecuencia, la rutina no les asusta y, como son de ideas fijas, no cejan ante las dificultades y tienen un gran sentido de la justicia.»

Justo como yo.

«Pero a veces, cuando las cosas se tuercen pueden volverse demasiado rígidos, egocéntricos y tercos, y si se tercia volcarse en el hedonismo.»

Je, que pruebe alguien a llevarme la contraria. No hay manera. Y lo del hedonismo, quizá sea un poco exagerado. O quizá no.

«Cuando crezca, podrá dedicarse con grandes posibilidades de éxito a la medicina, la química, la industria, la banca, la educación o las artes. Son creativos y emprendedores y no les hacen ascos a los trabajos manuales.»

Je, han acertado nada menos que con tres de los trabajos que he llegado a realizar.

Y por supuesto, el "manitas" de la casa soy yo.

«Tranquilos por naturaleza, si pierden los estribos es mejor guardar las distancias, aunque prefieren evitar los disgustos y tienden a estar de buen humor.»

Así es. Normalmente estoy de buen humor y prefiero evitar disgustos. Pero como he dicho antes, ay del que me lleve la contraria.

«Cariñosos, sus amistades se encuentran dentro de su entorno social.»

Bueno, ejem, tengo algunas amistades por Internet, pero creo que eso cuenta como mi entorno social también.

«Y su pareja no tendrá grandes dificultades para compartir su vida, porque no son demasiado exigentes, y ejercen de excelentes padres.»

Pues, bueno, creo que es exactamente el caso con mi pareja. Sé que soy muy tolerante y no exijo mucho. Lo de excelente padre está por ver, pero ya son varias personas las que me han dicho que lo sería.

Vamos, que me han acertado casi completamente todas. Debe de ser que soy Tauro.

Por cierto, es que no entiendo de horóscopos, a ver quién me lo aclara: ¿los nacidos en Febrero son Tauro?

-- Pedro Gimeno

4/30/2007 11:48:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Asombroso. Esto no lo explica un ascendente. Yo creo que te han mentido en la fecha de tu nacimiento y has nacido en abril.

O eso, o el horóscopo es una patraña. Pero eso es ser muy negativos, seguro.

5/01/2007 12:28:00 a. m.  
Blogger Mytho escribió:

Es que los tauro somos muy escépticos. :D

¡Eso no tiene precio! xDDDDD

5/01/2007 01:37:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

felicidades, Gerardo, y lo de la coincidencia con la fecha monárquica, nada, resignación.

5/01/2007 10:06:00 a. m.  
Blogger Pilar escribió:

Felicidades Gerardo,
Ves, en China no habría sido titular el horóscopo de la niña, sería del signo del cerdo como todos los que nazcan en este año y arreando.
Además no queda fino ¿Verdad?
besos

5/01/2007 12:54:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Mytho, ¡no seas negativista, hombre!

Vailima, sí, siendo republicano, tiene su gracia.

Pilar, ¿la infantita un cochinillo? No queda muy bien, no.

Y gracias, al final se me a salir la lagrimilla...

5/01/2007 02:42:00 p. m.  
Blogger Lola escribió:

¿Y por qué no, un cochinillo? Si ahora es cuando están más tiernos... ¿No te la imaginas al horno, con salsita de caldo de ternera?

Saludetes. Lola.

5/01/2007 03:55:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

¿Ascendente? Una vez en una página web puse mis datos y me dijo que era Acuario y tenía ascendente Sagitario. Pero he ido a esta página web: http://www.sitiohispano.com/ascendentes_index.asp y me dice que tengo ascendente Capricornio, pero que no es científico ni tampoco exacto. De todas formas sí que debe de ser muy exacto, pues ha acertado de pleno, porque me dice:

«Emprendedor, ambicioso, tenaz y responsable, puede tener ideas incongruentes o que parecen irrealizables, pero muchos que piensan de igual manera lo seguirán en la aventura. Y lo que parecía imposible o cosa de locos, puede darle a ganar mucho dinero. Lo importante es salirse de la rutina y crear algo que no exista. En su vida romántica encontrará la pareja ideal que lo apoye y anime a seguir adelante, aunque su familia no esté muy de acuerdo. Y sin embargo, todos gozarán por igual del éxito. Siga la profesión que más le guste y no haga caso de opiniones dichas para desanimar. Déjese guiar por sus corazonadas.»

Y es cierto. He puesto alguna empresa en marcha de una actividad que nadie había hecho antes. No salió muy bien porque me asocié con la persona equivocada, pero después aparecieron empresas con la misma actividad.

Pero por si acaso en realidad yo fuera Tauro, porque coincide tanto que no puede ser casualidad tanta coincidencia, he probado a introducir Tauro como mi signo. El resultado ha sido que mi ascendente es Aries. Y me dice lo siguiente:

«Cualidades de tierra y fuego que, aunque combinan, producen una personalidad diferente. Ya no se trata aquí de una persona lenta, ni práctica en exceso, sino de alguien con gran iniciativa que no se mantiene quieto ni un minuto, al menos mentalmente. Este individuo se convierte fácilmente en líder o dirige grandes empresas con gran tino y mesura, manteniendo una constante competencia para sobresalir. En el terreno amoroso, es pasional y arrebatado, pero de sentimientos firmes. Responsable con la familia y también con los amigos, que siempre le apoyan y le ayudan para hacer buenos negocios. Son los testarudos inspirados, que logran una posición estable y sólida a pesar de que corren riesgos innecesarios, porque aman los retos y las situaciones difíciles.»

Caramba, esto confirma que soy Tauro ascendente Aries. Desde luego que no me mantengo quieto mentalmente, siempre busco cosas que hacer. También soy pasional y tengo arrebatos, pero mis sentimientos son firmes. Soy responsable y testarudo y corro a veces riesgos innecesarios. Ha acertado en casi todo.

Pero bueno, ya que parece que soy Acuario voy a ver las características del signo que me corresponde, aunque no coincida...

«Géminis, Libra y Acuario, los signos de aire, destacan por sus facultades intelectuales. Con un énfasis en el elemento aire, ellos buscan el estímulo mental y sienten la necesidad de comunicarse con su entorno. Prefieren la compañía de otros, tienen muchas ideas y son capaces de pensar de modo abstracto. Su manera de proceder suele ser libre de emociones, lo cual les ayuda a juzgar objetivamente, pero tienden a ser algo superficiales y a sobrestimar el pensamiento científico.»

¡Eh, pues también! Busco el estímulo mental, comunicarme (sobre todo en Internet), tengo muchas ideas y el pensamiento abstracto sin duda es lo mío, indispensable para ser programador que es la actividad que más desarrollo. Creo que soy objetivo a la hora de juzgar y aunque creo que no sobreestimo el pensamiento científico, sí que lo tengo en consideración muy a menudo.

Y ahora, ¿qué pasa si tiene razón el ascendente que vi en la otra página web, y soy Acuario con ascendente Sagitario?

«Dos idealistas juntos y de elementos afines dan por resultado una personalidad muy sugestiva y agradable. Es el idealista, el agradecido de la vida, al que todo le entusiasma y le intriga. El andariego que busca nuevas cosas excitantes. El que busca la armonía y buen entendimiento de los pueblos. El pacificador. El genio que busca dejar a la posteridad algo importante para que lo recuerden. Y es muy lógico que lo consiga gracias a los dones proféticos que le han sido conferidos y al enorme entusiasmo que pone en su trabajo. A veces se atrasa un poco por dedicar tiempo a divertirse, pero también eso lo favorece. Es un ser humano ¿o no?»

Desde luego que cualquier cosa nueva me entusiasma e intriga; soy de los que destripaban los juguetes para ver cómo funcionaban. Lo de pacificador me va como anillo al dedo. Me gustaría ser recordado por alguna genialidad. Me alegro de tener dones proféticos que me ayuden a conseguirlo. Lo de entretenerme un poco para hacer mejor el trabajo también es cierto.

Caramba, estoy hecho un lío. ¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Cuál es mi horóscopo? ¿Cuál es mi ascendente? ¿Qué personalidad me toca? ¿Se corresponde con la mía? Ahora, ¿qué hago?

-- Pedro Gimeno

5/01/2007 05:24:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Lola, ¿eso sería magnoantropofagia?

Pedro, creo que el zodíaco te esta perjudicando, te recomiendo que te pases al horóscopo chino.

5/01/2007 06:23:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Pues creo que tienes razón. Mejor dejo estar los horóscopos y me limito a ser yo mismo.

-- Pedro Gimeno

5/01/2007 06:46:00 p. m.  
Blogger Asigan escribió:

Felicidades Gerardo.

Un abrazo de todo corazón.

Josué.

5/02/2007 09:01:00 a. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Gracias, Asigan. A ver si un día podemos quedar para una comida de esas que acortan la esperanza de vida.

5/02/2007 12:59:00 p. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Pues muchas felicidades de otro Tauro. Y oye, que resulta que mi primera lectura escéptica también fue Fraudes Paranormales, del gran Randi, y dado que ambos somos Tauro... da que pensar, eh. Coincidencias cósmicas y tal.

Republicano como eres ya conocerás esto, pero por si acaso ahí va (y sí, ya sé que no te gusta leer en el ordenador, pero yo me lo estoy zampando poquito a poco y se me hace ameno):

http://www.nodo50.org/unidadcivicaporlarepublica/documunntosrep/un%20rey%20golpe%20a%20golpe.pdf

5/02/2007 01:44:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Nos une el destino, Leónidas. No soy republicano militante, simplemente me importan poco; pero ese libro lo tengo guardado en mi disco duro desde hace tiempo. Pero me da tal pereza leer libros en pdf...

5/02/2007 01:52:00 p. m.  
Blogger Bereni-C escribió:

Aaayyy que llego tarde. Aunque no te guste celebrar los cumpleaños, al menos una vez cada 365 días tenemos excusa para decirte que nos alegramos de que nacieras y desearte algo bueno: felicidades :-)

5/07/2007 11:24:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Ains...

5/08/2007 12:09:00 p. m.  

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23 abril, 2007

El proceso de paz

Yo fui uno de los ilusionados con la negociación con ETA. Aún la deseo, creo que en los conflictos siempre se deben intentar la negociación y la solución pacífica, hasta en plena batalla. Nunca se puede despreciar la posibilidad de evitar muertes.

      Por eso, incluso cuando son escasas las esperanzas de poder razonar con estos fanáticos profesionales del crimen, creo que, al mismo tiempo que se los combate con la ley, se debe intentar dialogar para que renuncien a la violencia. Sin embargo, dialogar y razonar con alguien es imposible si no sigue o comparte contigo unas normas lógicas y morales básicas. Este es el problema que veo con los etarras, quienes no parecen siquiera conocer la diferencia entre terrorismo y proceso de paz democrático.

      Habiendo anunciado su alto el fuego y el comienzo del proceso de paz, los etarras han seguido con violencia callejera, extorsionando, armándose, reorganizándose y, finalmente, atentando. Tras matar a dos ecuatorianos y herir a una veintena de personas más en el aeropuerto de Barajas dijeron, y seguramente creyéndoselo, que el atentado suponía reconducir el proceso de paz y que el diálogo se hacía más urgente que nunca. Como si no hubiesen puesto la bomba con sus propias manos, culparon al Estado de provocar el atentado con su "maquinaria represiva" ―la acción policial y de la justicia― y de las muertes por no desalojar la zona a tiempo. Y en la prensa, los aberzales practicaron la propaganda más ruin (qué avergonzado y culpable me sentí por tener tales compatriotas) justificándose ante los emigrantes ecuatorianos intentando hermanarse con ellos como víctimas del colonialismo español. Se guían por la misma lógica perturbada y psicopática de quien hace responsables de sus crímenes a las víctimas y a las circunstancias.

      Los etarras no han hecho el más mínimo gesto para negociar porque no saben negociar. En su mente anormal, sin haber cedido en realidad nada por su parte, es suficiente este imaginario "alto el fuego permanente" para exigir movimientos al Gobierno. No se dan cuenta de que ni siquiera un cese de la violencia auténtico es motivo para exigir nada, sino solo un primer paso indispensable para poder comenzar una negociación. Ahora, desde su falso armisticio, amenazan con la vuelta de la violencia si no se legaliza su brazo político, un partido que ni siquiera tiene el gesto de condenar la violencia, algo casi únicamente retórico.

      El terrorismo es el dominio por el terror, el uso de la violencia como instrumento político: haz lo que ordeno, o asesino. Un alto el fuego implica el fin de la contienda y el comienzo del diálogo, nada que ver con la amenaza actual de volver a atentar, que significa haz lo que ordeno, o asesino, exactamente la misma extorsión que un terrorismo declarado. Esto no ha sido nunca un alto el fuego ni una negociación, y no digamos ya un proceso de paz. Como mucho fue una suspensión temporal de armas o una tregua.

      Y aún así sigo siendo partidario de intentarlo. Hay vidas en juego, y la responsabilidad y la carga del civilizado es transigir con el salvaje. Sonará idealista, pero creo que solo la educación podrá acabar alguna vez con esta peste.

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11 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Gerardo escribió:

Cosas de que me cite el periodismo importante y serio como, ejem, PC Today... Se me ha subido a la cabeza mi nuevo estatus de indipensable referente de la blogosfera y me ha dado por hacer un artículo de opinión.

4/23/2007 07:05:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Pues quizás sea algo pesimista, pero es mediante la educación tergiversada(o adoctrinamiento) como este tipo de organizaciones se están haciendo cada vez más populares entre los jóvenes vascos.
Saludos,
Miri

4/23/2007 08:22:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Quizás debí decir "buena educación" para diferenciarla del adoctrinamiento.

4/24/2007 10:19:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Aberzale no, Abertzale si :)

Estoy de acuerdo con tu comentario.

4/24/2007 12:49:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Gracias, anonimo. Sobre abertzale, la RAE no lo registra, solo la forma españolizada que uso en la entrada.

(RAE) Aberzale.(Del eusk. abertzale, patriota).
1. adj. Dicho de un movimiento político y social vasco y de sus seguidores: Partidario del nacionalismo radical. Apl. a pers., u. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a este movimiento o a sus seguidores.

4/24/2007 12:56:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Desgraciadamente estoy de acuerdo contigo, ¿como no? Conste que digo desgraciadamente por que, también desgraciadamente, estoy de acuerdo con Miri en que es precisamente un adoctrinamiento el que hace esto.

4/24/2007 02:17:00 p. m.  
Blogger Un perro madrileno escribió:

Gran post, Gerardo. Al final, solo quedan las palabras.

4/25/2007 10:36:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Bizitza bizitza da,
handiena,
kentzen duenak
kentzen du dena

4/27/2007 10:05:00 a. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Estoy con Un Perro Madrileño. Gran entrada, y si se te sube el ego ese tan modesto que tienes hasta niveles normales y te atreves a escribir más artículos de opinión no va a pasar nada, eh. Tú tranquilo.

Esta es de las pocas veces que veo en Internet una opnión que va más allá del famosísimo "en mi nombre sí". Sin embargo no me puedo mostrar del todo de acuerdo contigo, Gerardo. Hago mía tu frase "nunca se puede despreciar la posibilidad de evitar muertes", pero me pasa que tengo la impresión de que con los etarras cada supuesta tregua ha sido sólo una maniobra para relajar la presión policial sobre ellos mientras se rearman y se reorganizan.

Es evidente que el partido político que esté en el poder cuando se acabe definitivamente con ETA se habrá apuntado un gran tanto, y casi se habrá garantizado la reelección. Habida cuenta de la catadura moral de la mayoría de nuestros políticos pienso que harán cualquier cosa por obtener una nueva legislatura, y eso los puede llevar a cualquier clase de pacto que medio suene a paz, cuando en verdad la paz les interesa menos que la reelección. En asunto como este no me fío ni de mi sombra, mucho menos de terroristas o de quienes negocian con ellos, con los resultados que conocen bien los familiares de aquellos dos ecuatorianos de la T-4.

Estaremos de acuerdo en que cuando se dialoga ninguna de las partes pone amenazadoramente una pistola sobre la mesa, y creo que ETA no apartó nunca esa pistola, sino que hasta se proveyó de otras ¿350? robadas en Francia mientras estaba "dialogando". Aun así el gobierno de Zapatero insistió contumazmente en su diálogo, que es una cosa que vende mucho y da mogollón de votos, siguiendo su forma de hacer política que consiste, parece, en hacer creer al ciudadano que vivimos en Barrio Sésamo, donde todo es rosa, bonito, perfecto y lleno de ternura y amor. Y un carajo. ¿Cuándo vamos a aprender que discutir las condiciones de quien pega un tiro en la nuca no es buena idea? Con gente así no se discute ni se pacta; a esas personas se las mete en la cárcel.

Resumiendo: que vale, no despreciemos la posibilidad de evitar muertes, pero el diálogo con cierta clase de escoria, lejos de evitar muertes, las facilita. No sé, es sólo la opinión de un cabeza de chorlito.

4/27/2007 05:03:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Gracias por el comentario, Leónidas. Como he dicho, en esta entrada solo opino, razonando en lo posible; pero en temas en los que no es posible tener seguridad, o por lo menos el tipo de seguridad a la que estoy acostumbrado por los temas que trato aquí: certezas. La verdad es que esperaba encontrarme con que más gente estuviese en desacuerdo conmigo.

Aporto varios copipegas:

El primero es una noticia reciente sobre Chano, a quien ya conozco y de quien hablé aquí una vez.

El Gobierno indulta a Chano Rodríguez de su condena por pertenecer al GRAPO

El deportista no tendrá que cumplir el resto de la pena pendiente, a cambio de indemnizaciones.

El deportista paralímpico Sebastián Rodríguez Veloso, Chano, condenado en 1985 por pertenencia a la banda terrorista GRAPO, recibió ayer el indulto del Consejo de Ministros, por lo que no tendrá que cumplir la pena privativa de libertad que aún tiene pendiente, a cambio del pago de indemnizaciones.
Rodríguez fue condenado a 84 años de cárcel por participar en atentados con explosivos en varias ciudades españolas y por el asesinato del dirigente empresarial andaluz Rafael Padura. En 1990 inició una huelga de hambre de 432 días para reclamar la reunificación de presos que le dejó postrado en una silla de ruedas, y en 1994 fue puesto en libertad tras pasar por penales de Soria, Valencia y Monterroso (Lugo).

Desde entonces protagonizó una brillante carrera deportiva como nadador en la que logró, además de numerosos récords mundiales, cinco medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000, y tres oros y un bronce en Atenas 2004. Además, "Chano" encabeza el ranking mundial en las distancias de 50, 100 y 200 metros libres.

Rodríguez, que se gana la vida con la venta de cupones de la ONCE, impartió clases a los niños minusválidos y ofreció charlas en colegios sobre solidaridad, superación y compañerismo. En 2001 fue nombrado Vigués Distinguido por la Corporación.

El deportista se presenta a las elecciones municipales del próximo 27 de mayo integrado en la candidatura del BNG, en la que ocupa el número 7 de la lista. Este periódico intentó ayer, sin éxito, recabar su opinión sobre la decisión adoptada por el Gobierno.
Rodríguez, cuya trayectoria y labor ha sido reconocida por todos los partidos políticos, siempre ha sido reacio a hablar de su pasado, y mantuvo silencio cuando fue preguntado por la larga huelga de hambre del preso etarra Ignacio de Juana Chaos. "El pasado no se puede borrar y de nada sirve darme golpes en el pecho y decir que me arrepiento", declaró en una ocasión.

El laureado nadador fue puesto en libertad hace doce años por la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios por padecer una enfermedad incurable. El Concello ya reclamó su indulto en 2003 al considerar a "Chano" Rodríguez un ejemplo de superación.


El segundo es una traducción que encontré por ahí de la canción que incluye esos versos en Klingon que uno que yo me sé (gracias por pasar por aquí, Óscar) ha escrito en los comentarios. Creo que los versos exactos son los que marco en negrita.

BIZITZA, BIZITZA DA (Jabier Muguruza)

La vida es la vida,
y no sus resultados.
No la casa grande
en lo alto de la montaña,
ni las coronas y medallas
(aúreas o de imitación) que ocupan las estanterías.
No es sólo eso la vida.
La vida es la vida,
y es lo más grande;
el que la quita
lo quita todo.

No los largos viajes
a tierras y ciudades lejanas,
ni las extrañas gentes
( mejor o peor fotografiadas )
que encontramos allí.
No es sólo eso la vida.
La vida es la vida.
y es lo más grande;
el que la quita
lo quita todo.
No la lluvia sobre el tejado,
ni el granizo en la ventana,
ni la nieve, ni la luna,
ni siquiera la misma luz
( tan maravillosa ).
No es sólo eso la vida.
La vida es la vida.
y es lo más grande;
el que la quita
lo quita todo.
No esa mujer o ese hombre
que nos susurra al oído,
tampoco los padres o los hijos,
los hermanos o
los amigos
( de ahora y de siempre ).
No es sólo eso la vida.
La vida es la vida.
y es lo más grande;
el que la quita
lo quita todo.


El tercero es el último artículo de Luis Alfonso Gámez en Magonia, ya que también va algo con el tema.

¿Bombardeó España Gernika en abril de 1937?

El Gobierno vasco ha exigido esta semana al central por boca de su portavoz y consejera de Cultura, Miren Azkarate, que pida perdón por el bombardeo de Gernika ordenado por el general golpista Francisco Franco y ejecutado por la Legión Cóndor el 27 de abril de 1937 con los trágicos resultados que todos conocemos. Sólo hay dos posibles explicaciones a esta salida de tiesto del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe, la ignorancia o la mala fe. Y ninguna de las dos deja en buen lugar al Gobierno autonómico, que, para más inri, considera el bombardeo de la villa foral una acción ejemplarizante contra "el pueblo vasco por su resistencia al fascismo" y reclama a José Luis Rodríguez Zapatero que se disculpe "por todos los crímenes cometidos en nombre de España".

La idea de fondo que transmite el mensaje del tripartito de PNV, EA e IU es que la Guerra Civil fue un conflicto entre España y el País Vasco. Esa mentira lleva décadas repitiéndose en Euskadi desde el nacionalismo gobernante con la esperanza de que acabe calando en la ciudadanía como la lluvia fina que por aquí llamamos sirimiri. Por desgracia para quienes necesitan culpar de todo lo presente, pasado y futuro a Madrid, la de 1936 fue una guerra entre españoles, en la que hubo gente que se inclinó por uno u otro bando independientemente de su lugar de origen. Así, en las trincheras, pelearon vascos leales a la República con vascos fascistas. Porque hubo vascos que lucharon por Franco y a los que éste recompensó tras la guerra, no lo olviden.

Pero es que, además, como recordaba ayer el historiador Antonio Rivera en un magnífico artículo de opinión publicado en El Correo, "cuando los aviones alemanes de la Luftwaffe, en abril de 1937, lanzaban sus bombas sobre Gernika, el Gobierno español legítimo lo presidía el socialista Largo Caballero e incluía entre sus ministros a cuatro anarquistas, a dos comunistas vascos -Uribe y Hernández, uno de Sestao y el otro criado desde niño en Bilbao- y a un nacionalista vasco, Manuel de Irujo, quien siguió siéndolo después de que en mayo Juan Negrín sustituyera a aquél". A ver si lo entienden en Ajuria Enea de una vez: el Gobierno español no bombardeó Gernika en 1937; estaba haciendo frente al fascismo. Por eso, que el Ejecutivo de Ibarretxe exija al central, heredero de aquél de la República, que pida perdón por la barbarie de Gernika está fuera de lugar y me avergüenza como vasco y español. Demuestra que mis gobernantes más próximos o son unos ignorantes o actúan de mala fe.

España no bombardeó Gernika, se ponga como se ponga Miren Azkarate, y quien diga lo contrario miente.


Saludos a todos, todas, tod@s, tod%s y a mutantes alien asexuados.

4/28/2007 01:25:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Más sobre Chano, de El país:

Perdón para el grapo olímpico

El Consejo de Ministros concede el indulto al ex terrorista y campeón paralímpico Chano Rodríguez


PABLO LÓPEZ - Santiago - 28/04/2007

Sus biografías deportivas hablaban de un accidente de circulación que nunca sucedió. Cuando el atleta paralímpico Sebastián Rodríguez, Chano, (Cádiz, 1957) regresó de los juegos de Sidney en 2000 con cinco medallas de oro colgadas del cuello, comenzó a saberse la verdad: aquel nadador parapléjico que asombró a los aficionados no era víctima de la carretera, sino de la huelga de hambre con la que, en 1990, reivindicó desde la cárcel la unificación de los presos del GRAPO en una sola prisión. Chano era entonces uno de ellos, y hasta ayer mismo sobre él pesaba el cumplimiento de parte de una condena de 84 años. Un indulto del Consejo de Ministros acaba de consagrar su camino de vuelta a la sociedad.

Desde que sus éxitos deportivos le convirtieron en un personaje público, poco a poco afloró el pasado político y penal de aquel vendedor de cupones de la ONCE que se machacaba en las piscinas públicas de Vigo. Toda la ciudad conocía su antigua pertenencia al GRAPO y su famosa huelga de hambre. No son tantos los que sabían que aquél héroe deportivo, un ejemplo de superación individual que estrechaba la mano del presidente del Gobierno y se rifaban los partidos políticos para apoyar sus candidaturas, era un convicto por su participación en varios atentados con explosivos y por el asesinato del dirigente empresarial andaluz Rafael Padura. Tampoco sabían que aún tenía una deuda pendiente con la justicia en forma de libertad condicional, que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio ayer por zanjada, a condición del abono de una indemnización.

Prueba de la superación de su pasado es el apoyo que recibió de la alcaldesa de Vigo, Corina Porro, del PP, para tramitar su indulto. "No sé cuántas cartas habré enviado al Gobierno para solicitarlo, un montón", relata. Del otro extremo del arco político, el candidato del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Santi Domínguez Olveira, acaba de incorporar al paralímpico en su candidatura en un puesto de salida. Y tampoco el PSOE dudó en prestar su apoyo a una iniciativa aprobada por el Ayuntamiento de Vigo por unanimidad, en la que se solicitaba el indulto que finalmente se confirmó ayer. Aquella moción se refería a Rodríguez como "una persona totalmente reinsertada, que demuestra una actitud clara de respeto a las instituciones y un afán totalmente desinteresado de colaborar en las actividades deportivas del Ayuntamiento".

Fuera del mundo de la política, el respaldo económico que Chano Rodríguez recibió del ex futbolista y promotor inmobiliario Valery Karpin, su actual patrocinador, supuso la confirmación de su integración, consagrada por la concesión, en 2001, del título de Vigués Distinguido, destinada a ciudadanos implicados en la sociedad local. Mientras su colección de reconocimientos políticos y sociales seguía en aumento, Chano se las veía con el implacable mundo de la Administración judicial, que le ha obligado durante todos estos años a superar complicados trámites burocráticos cada vez que la competición le reclamaba fuera de las fronteras de España.

Claro que no en todo lugar y ocasión gozó el campeón paralímpico del perdón social que se granjeó en Vigo. Cuando en febrero de 2005, la Diputación de Cádiz, donde nació casi circunstancialmente, hijo de un alto cargo de la Marina Mercante, quiso reconocer su trayectoria deportiva con una placa de oro en el Día de la Provincia, la cicatriz del asesinato del empresario Rafael Padura se reabrió. Varias organizaciones de la patronal reclamaron a la Diputación que diera marcha atrás, y el propio Rodríguez se mostró dispuesto a renunciar a la distinción. Fue una de las pocas ocasiones en que se le ha oído hablar de su pasado, un tiempo que "evidentemente" -reconoció entonces- "a uno le encantaría cambiar".

A vueltas con el indulto

Chano Rodríguez no paraba ayer de darle vueltas al indulto. Apenas tres líneas de la referencia del Consejo de Ministros era, según sus allegados, todo lo que el atleta sabía de la decisión anunciada por la mañana por María Teresa Fernández de la Vega. No contestó al teléfono. Tampoco hizo declaraciones, pese a que su presencia en una gala del deporte en Vigo reunió por la tarde a muchos periodistas interesados en conocer sus impresiones. El campeón paralímpico quería saber "en qué términos" se produciría un perdón que, según la vicepresidenta del Gobierno, sólo está condicionado "al abono de las indemnizaciones fijadas en este tipo de situaciones".Tampoco el jefe de filas del BNG vigués, Santi Domínguez Olveira, aspirante nacionalista a la alcaldía de Vigo, se permitió felicitarse por la decisión del Gobierno. Al igual que Chano, quería saber "qué tipo de perdón" es el concedido. La campaña para Olveira y Rodríguez continúa, con el ex grapo indultado en el número siete de la lista.La reserva es, en todo caso, un rasgo fundamental en el carácter del paralímpico desde que salió de la cárcel en noviembre de 1994 para volver a Vigo. Lo hizo en Teis, su barrio, una zona castigada por las reconversiones navales, donde, mediados los setenta, toda una generación recibió la llamada de un movimiento armado que se conocería con el nombre de GRAPO.

4/28/2007 02:12:00 p. m.  

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Ciencia cotidiana

Con ustedes, el método cerbatana para pelar esos huevos cocidos de la ensaladilla sin poner todo perdido ni quemarse los dedos, al tiempo que se ilustra e impresiona al público. Lo que no se aprenda en internet...

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5 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

En una de las raras veces que me da por encender la tele aprendí este truco, supongo que en algún programa de cocina, que aunque me importa un pito el arte culinario suele ser lo más digno de ver. Todavía no lo he llevado a la práctica, seguramente porque nunca cuezo huevos, que ya bastante tengo con freírlos y abrasarme en aceite hirviendo en cada intento. El caso es que me ha recordado otro truquillo sobre ciencia, huevos y cocina (debe de ser un tema que da para muchas tesis doctorales de Física), esta vez visto en un programa que tenía una sección de ciencia para niños. He googleado en busca de ello y, cómo no, me lo he encontrado de la mano de los Cazadores de Mitos en Discovery Channel. Advierto que no hay vídeo: CÓMO SABER SI UN HUEVO ESTÁ COCIDO O NO.

Y no, juro por lo más sagrado que Gerardo no me paga por comentar en su blog, es que me han echado del mío y me he venido a vivir aquí.

4/23/2007 05:52:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

www.ciencianet.com

Te gustará, hay muchas curiosidades de la ciencia de andar por casa.
Saludos,
Miri

4/23/2007 08:27:00 p. m.  
Blogger Peggy escribió:

jjaaa muy bueno :)

4/25/2007 01:39:00 a. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

El vídeo ya no está disponible.

1/22/2009 06:42:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Arreglado (hasta que YouTube se lo cargue otra vez).

Gracias, Mostrenco.

1/22/2009 08:31:00 p. m.  

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18 abril, 2007

El asesino múltiple americano

[...] En cierto momento de su vida, el futuro asesino experimenta una especie de crisis social interna al darse cuenta de que no puede ser lo que desea ser, de que no puede vivir su versión particular del sueño americano. Cuando los asesinos alcanzan ese punto crítico existencial, ya está plantada la semilla para una explosión de venganza asesina. A veces sus motivos son enteramente conscientes (como en los casos de los francotiradores de Washington, o de Essex, Bundy y Panzram), mientras que, en otros casos (como Berkowitz y DeSalvo), son apenas vagamente percibidos. En cualquier caso, es la ambición irrealizable la que los mueve a emprender una especie de asalto subpolítico y personal contra la sociedad, apuntando siempre a la clase o grupo que según ellos los oprime o excluye. Algunos necesitan una justificación mínima para sus actos, obtienen un alivio temporal para su rabia con las matanzas y luego «olvidan» o compartimentan sus recuerdos, como cuando DeSalvo decía: «Yo estaba allí, la cosa pasaba, y, sin embargo, si hablaba conmigo una hora después, o media hora después, aquello no significaba nada». Por su parte, otros construyen elaboradas racionalizaciones intelectuales (Panzram) o espirituales (los demonios de Berkowitz) para explicar y justificar sus homicidios. Sólo unos pocos (como, por ejemplo, Joseph Kallinger y Herbert Mullin, de California, que asesinaba para «impedir terremotos») se despegan tanto de la realidad convencional que construyen sus propios universos, entrando así en ese estado que los psiquiatras denominan locura.

      Sin embargo, lo que todos ellos organizan es una especie de nivelación social, en la que reescriben el universo para incorporarse a sí mismos. Nadie expresó esto más claramente que Starkweather cuando dijo: «Los muertos están todos al mismo nivel». Todos parecen comprometidos en el mismo proceso de afirmar su «masculinidad» castigando a inocentes; en ese sentido, recrean el sistema industrial deshumanizado de una forma que les otorga una posición de primer orden. Cien ojos por ojo. No es ni mucho menos la primera vez en la historia humana que los que se vengan exceden con mucho el grado de agravio original. Tampoco dan forma los asesinos a su misión en una especie de vacío particular y carente de asesoramiento, pues la cultura más amplia les infunde, cual mensaje cifrado, respeto por el alarde violento –una constante especialmente importante en los mensajes de los medios de comunicación a la clase trabajadora–, toda vez que la rápida disponibilidad de materiales estimulantes en libros, revistas, películas, cintas de vídeo e Internet les enseña a relacionar su lujuria con la violencia. Si nos cargaran con la responsabilidad de diseñar una sociedad en la que todos los mecanismos estructurales y culturales propiciaran la creación de asesinos de desconocidos, no podríamos hacer nada mejor que presentar al cliente el molde de los Estados Unidos de hoy.

Elliot Leyton, Cazadores de humanos, el auge del asesino múltiple moderno (un clásico de la criminología).

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3 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Gerardo escribió:

Para puntillosos y otros policías del idioma: la RAE acepta americano como sinónimo de estadounidense, escogí este adjetivo por ser más cercano a las expresiones que pretendía evocar: sueño americano, estilo de vida americano, etc. Es que hay que explicaros todo, jolín.

4/18/2007 12:42:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

hoy día se banaliza mucho la violencia, vivimos en la sociedad del pánico y se cultiva el egocentrismo y el individualismo. Como consecuencia, se nos enseña a dormir la natural empatía del ser humano cuando sea necesario conseguir algo para lo que ésta nos estorbe. El problema es que a algunos se les duerme para siempre, y poner un arma en este tipo de manos sólo puede traer las consecuencias que observamos de vez en cuando en las noticias.
Una puntualización: violencia ha habido siempre. El ser humano es violento, y casi todas las civilizaciones se han visto tarde o temprano envueltas en sangrientas guerras. La diferencia es que, mientras que antiguamente la violencia perseguía unos fines, actualemente asistimos a un auge de la violencia gratuita. La violencia por la violencia, que no obedece a ninguna causa.
Saludos,
Miri

4/23/2007 08:18:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

De nuevo volvemos a la educación. Los expertos (algunos estadounidenses como Jonathan Pincus) informan de que para evitar que se formen sin parar personalidades como la de este asesino es eficaz y económica una política de prevención con ayudas sociales, mejora de la educación, protección del menor y monitorización de las familias en grupos de riesgo (todo esto está muy estudiado); pero se prefiere seguir con la desprotección social, la política de castigo tras el crímen (que está claro que no disuade a un psicópata) y la cultura de violencia que, precisamente, es el caldo de cultivo de estos actos entre otras cosas.

4/24/2007 10:17:00 a. m.  

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15 abril, 2007

Cuentos de espantos III, relatos escépticos de Manuel José Othón

Y aquí, por fin, la última historia de nuestro escéptico Othón. Sobre el nahual, una especie de hombre lobo prehispánico.

EL NAHUAL

I


El coyote somos todosDesde muchas horas antes de amanecer andaba en el monte, guiado por un mocetón fuerte, nervioso y esbelto que conocía la sierra con todas sus entradas, salidas y vericuetos. Eran aproximadamente las once de la mañana. El sol se derretía en chorros de fuego, y el cansancio y el hambre habíanme agobiado de modo tal, que determiné no continuar más en pos de los venados, único objeto con que saliera del rancho, no muy cercano de nosotros a esa hora, pues ocho largas hacía desde que empezó nuestra cinegética expedición.
      Como se me asegurara desde la noche anterior que, a poco de correr y de trasmontar las primeras colinas donde empezaban a elevarse los enormes estribos de la sierra, habríamos de encontrar dos partidas de venado que campeaban en unos sembradíos de cebada, a la orilla de las ya pizcadas labores de maíz que desde las casas divisábamos, me conformé, al levantarme, con un jarro de café negro, buen trago de aguardiente y unos cuantos bocados de pan. Así es que, después de tantas horas de ejercicio, me hallaba completamente desfallecido. Y lo peor del caso era que mi tenacidad y mi empeño no obtuvieron compensación ni recompensa alguna, porque de las codiciadas reses no encontramos sino las huellas, y no frescas por cierto, pues las más recientes acusaban el paso de la partida con una antigüedad de varios días.
      Aunque del rancho había salido a caballo, tuve que dejarlo atado a un tronco donde la senda que teníamos que remontar era tan empinada y abrupta, que no dejaba paso a la cabalgadura. Mi conductor iba a pie; pero ahí se las dieran todas, pues no parecía sino que se paseaba por ameno prado y que la roca viva sobre que se abría el sendero era una suave rampa de mullidísima alfombra tapizada.
      Rendido, pues, de tanto andar sin provecho ni esperanza de alcanzarle, ya que a las horas del sol todos los animales montaraces van a sestear sombreándose en los sitios más apartados y ocultos, determiné, como he dicho, poner fin a mi tarea y regresar al rancho, donde, después de confortar el estómago y dar descanso al cuerpo, enderezaríamos hacia otro rumbo nuestra expedición, pues yo soy tenacísimo e infatigable cuando de montería se trata, y no le doy punto hasta que logro derribar siquiera una pieza de las que me propongo perseguir.
      Bajamos de la montaña, y aunque el descanso era penoso por lo empinado y áspero de la cuesta, hicímoslo con rapidez suma, hasta llegar al sitio donde el caballo esperaba despuntando pacientemente las pocas hierbas que estaban a su alcance. Mientras nos ocupábamos en enfrenarle y apretar el cincho de la montura, acertó a pasar cerca de nosotros un arriero que sobre menguado macho rucio recorría gran extensión de la sierra vigilando, según me dijo, diversas pastorías que bajo su cuidado estaban. Enterele del objeto que por aquellas asperezas nos traía y nos manifestó, con grande contentamiento mío que me hizo palpitar el corazón y hasta olvidar en un instante las pesadas fatigas, que no lejos del lugar donde nos encontrábamos acababa de ver, hacía una hora escasa, las dos partidas de venados que iban a refocilarse con la cebada de los vecinos sembradíos; que seguramente habríamos de dar con ellos cuando la tarde empezase a declinar; y por último, se ofreció el buen rabadán a conducirme él mismo al sitio donde todos los días sin faltar uno, y al salir o ponerse el sol, los deseados antílopes se dejaban ver sin recelo alguno, pues mucho tiempo hacía que nadie les daba caza. Ante tan halagadora perspectiva, me resolví, sin vacilar, a quedarme en el punto donde me encontraba, que un bosque de encino y palo blanco cubría del sol, desparramando en torno plácida frescura.
      Ordené a mi guía ir al rancho y traerme lo que más pronto y a la mano encontrase de comer y, aunque le ofrecí con insistencia el caballo para mayor rapidez y comodidad, no lo consintió en manera alguna e hízome ver, probándolo hasta la evidencia, que más pronto y mejor llegaría en el caballo de San Francisco, pues cualquiera otro le incomodaba y servíale de estorbo solamente. Dejele hacer. Le vi bajar la última colina, echar por un atajo y perderse después a lo largo de los barbechos en los abandonados laboríos. Quedé solo con el baciero informándome de todo lo que a la caza por aquellas montañas se refería, y siendo satisfactorias por demás sus informaciones, supliquele con el más grande encarecimiento no dejase de volver para acompañarme a la ronda de las tan decantadas partidas. Me lo prometió de la mejor voluntad, asegurándome regresar a poco, pues sólo tenía que ir a "echar un vistazo" al hato más próximo, que se encontraba distante una pequeña legua.
      Dos escasas me separaban del rancho; así es que, dada la destreza y actividad de mi guía, antes de dos horas esperaba su regreso, y entretanto me aparejé a descabezar un sueño sobre el reseco zacatal del monte. Como busqué la mejor posición, la que tomé al echarme permitíame abarcar con la mirada inmensa extensión de la llanura que se perdía al pie de la tendida falda donde reposaba, la cabeza en alto y el cuerpo descendiendo, según la suave ondulación de la pendiente que me servía de lecho. Estaba ya completamente solo: el caballo atado muy cerca y mi carabina Winchester apoyada en un encino al alcance de la mano.
      El sol del mediodía clavaba sobre la tierra gris sus estiletes de lumbre, que, al atravesar la atmósfera candente, vibraban cual moléculas de oro fundidas en el inmenso crisol del espacio.

II

      Regalado bienestar inundome al sentir en mis miembros el contacto fresco de la sombreada tierra. Entorné los ojos para librarlos de la lejana reverberación del campo. Pero a poco empezó a relievarse el dilatado panorama, profundo y vario al propio tiempo en su monotonía misma, pues un detalle, un accidente baladí que surgiera de pronto en cualquier punto del paisaje, imprimíanle admirable diversidad, perceptible claramente al ojo experto en semejantes contemplaciones.
      La planada se extendía tersa y bruñida por la pesada y aplastante onda abrasadora del sol, haciéndola brillar en la lejanía con un espejismo áureo y trémulo que inmensas lagunas y refrigerantes corrientes semejaba. Los surcos del abandonado barbecho aparecían como cintas donde el oro del sol se decoloraba en cobres profundos y apagados, y las duras glebas, lo mismo que las cepas de los rastrojos, reverberantes y policromas, figurábanseme enormes gemas de una caprichosa y nunca imaginada pedrería.
      Hasta donde la vista alcanzaba se tendía la llanura, recortándose, allá muy lejos, por la inmensa mancha verde y cenicienta del mezquital, en cuyo medio se asentaban las rancherías. Más cerca y en el centro de algún campo labrantío, desnudo ya de su pompa, surgían enhiestas y rígidas las secas cañas, de donde la mazorca fue arrancada, como rojas espadas centelleantes, y aquí y allá se amontonaban gigantescas hacinas de rastrojo, fulgurantes al sol cual monumentales edificios de oro puro. Por otro lado, y rompiendo la monotonía gris de la planicie, sola y aislada, a grandísimas distancias, surgía de la tierra la nota verde clara de copudo mezquite, como un enorme broche de esmeralda; y más acá, ya muy cerca de mí, a derecha e izquierda corría en interminable sucesión la no interrumpida cadena de colinas y laderas festoneadas de vegetación que se levantaban gradualmente sobre el terreno, hasta empinarse en las titánicas moles de la cordillera que atrás había dejado. Y arriba, muy arriba, altos, altos, manchando el esmalte azul del espacio, negrísimos y profundos, revoloteaban los cuervos solitarios, con vuelo sosegado y solemne, como trágicos gérmenes de tiniebla que buscaran un sitio para clavarse en la esplendorosa inmensidad, del éter incendiado.
      Recogiendo la vista, fijela en un punto de la llanura y descubrí, en medio de manchones de maleza, los jacales de una estancia, cercados por apretada hilera de magueyes y tardones: podía distinguir apenas las tapias de adobe con sus tejados de palma. No había señal de movimiento y vida en aquella mansión, y una tristeza, vaga y honda al mismo tiempo, la rodeaba por todas partes.
      Ya he dicho en otra vez que el campo es triste, siempre triste, inmensamente triste; y hay la singularidad de que la penetrante impresión de melancolía que produce es tan augusta en la mediación del sol como en el peso de la noche. Siempre existe cierta lobreguez en la majestad de esas dos horas; sólo que no hay en la del mediodía el horror que por la noche tanto perturba el ánimo y lo amedrenta. Pero el que se encuentra en la soledad de los montes cuando el sol toca en el cenit, siéntese sobrecogido perpetuamente por el infinito y perdurable misterio de la Naturaleza. Y si el paisaje que se desarrolla ante los ojos es dilatado, monótono y salvaje, entonces el alma va a ampararse en la sagrada tristeza, como los picos más encumbrados de las montañas se empapan en la suprema frialdad de las eternas nieves.
      Aunque lo procuré con todo empeño, no pude dormir. El campo, cuando no hay un objeto que divierta mi espíritu de las cosas comunes de la vida, prodúceme a menudo cierta embriaguez estática, o más bien dicho, una borrachera en que me sumerjo plácidamente hasta llegar, a fuerza de abstraerme en la meditación contemplativa, a ese punto muy semejante al Nirvana, que el inolvidable poeta describió en un verso de penetrante intensidad al preguntarse:

      "¿En qué pensamos cuando no pensamos?"...

      Estaba, pues, llegando a ese estado espiritual, cuando un accidente súbito me despertó de mi marasmo. En la estancia que juzgué solitaria y que se aparecía como a un cuarto de legua, vi revolotear, tras el cercado de magueyes, muchas aves de corral que en confuso desorden y apresuradamente pugnaban por eludir un peligro. Al mismo tiempo aparecieron en el boquete que servía de puerta al solar, dos mujeres que agitaban los brazos con ademanes y aspavientes desesperados; y tales gritos lanzaban, que llegaron perceptiblemente hasta mis oídos. Y en aquel propio instante, un animal que pude distinguir a la distancia y acababa de saltar el cercado perdiéndose entre los matorrales del montecillo, apareció de pronto en plena llanura, corriendo rápida y derechamente hacia el sitio donde yo me encontraba. Dos perros ladrones furiosos le seguían, pero sin lograr alcanzarle, y, desalentados y rendidos, fueron quedándose atrás uno de otro, ya sin intento de continuar la persecución. Todo esto duró algunos minutos. Yo me había incorporado sobre el brazo derecho y al través del ramaje observaba atenta y cautelosamente. El animal perseguido que con su ligereza lograra burlar la furia de sus enemigos, era un coyote grande y peludo, y en el hocico traía una gallina negra que agitaba las alas cacareando lastimosamente. A cada instante se acercaba más a mi puesto, y calculando yo que no tardaría en estar a tiro, eché mano a la carabina y me apercibí a aguardar en acecho aquella a quien ya consideraba por segurísima presa. Mas cuando el animal iba a ponerse a mi alcance, con la singular astucia de que está dotado, adivinó sin duda mi presencia, por los movimientos que hice necesariamente al tender el arma para encañonarle y disparar en el momento que le tuviese bien enfilado.
      Y repentinamente el coyote torció el rumbo hacia mi derecha y a todo escape se lanzó atravesando los barbechos con dirección al cerro. Y con la misma rapidez me puse en pie; y desamarrar el caballo y ponerme de un salto sobre la silla, obra fue de un solo instante. Y desatentado bajé por la colina como si a despeñarme fuera, enderezando la carrera en pos de la escapada bestia, a quien traté desde luego de atajar, cortándole el camino que hacia la montaña proseguía. Mucho alcanzó a aventajarme en tan cortos momentos; pero mi caballo era ligerísimo, estaba descansado y el coyote no podía correr mucho por la planicie sin que presto le diera alcance. Varias ocasiones había emprendido con éxito persecuciones semejantes; así es que abrigaba la seguridad de cansar al malvado y ladrón raposo a quien juré hacer pagar con la muerte todos sus merodeos.

III

      Alcanzaba, por fin, a cortarle terreno. La distancia iba menguando. El coyote había tomado por un atajo que hacía larguísima cerca, de piedra encaminaba. Tal cerca no fue descubierta por mí sino en aquel momento. Dividía las llanuras labrantías de los cerros, formando dos potreros. Era bastante elevada y corría en línea recta, subiendo y bajando sobre la falda, según las ondulaciones del terreno. Al pie del lienzo y paralelo a él, hundíase un vallado poco profundo y cegado en partes por las corrientes de la sierra. Por allí seguía desaforado el coyote, y yo tras él no cejaba un punto. Pero evidentemente que si el fugitivo alcanzaba a saltar cerca y vallado, se remontaría por los cerros, ocultándose entre los mogotes que, salteados aquí y allá, en el declive de la falda, iba espesándose más y más, a medida que la montaña se empinaba. A evitarlo a todo trance corría yo desalado y lograrlo creía antes de mucho, pues por dos ocasiones el bermejo canino se detuvo fatigado, sentándose sobre los cuartos traseros y dirigiendo hacia mí sus orejas rígidas y el agudísimo hocico que constantemente atenaceaba sin piedad a la pobre gallina, ya casi exánime, a juzgar por las ligerísimas convulsiones en que se agitaba. Y en esas dos ocasiones intenté disparar haciendo blanco al detener de súbito el caballo; mas el astuto animal emprendía de nuevo e instantáneamente la rápida carrera obligándome a seguirle siempre a todo lo largo de la cerca.
      Y a cada momento me acercaba. Unos cuantos más, y tenía la seguridad de fusilarle a mansalva, pues el coyote iba debilitándose según se echaba de ver en lo flojo de la carrera y por la desesperada ansiedad con que buscaba la salida por cualquier parte. Yo estaba ya jadeante y trémulo por el ardor de la persecución que de frenético estímulo me servía Un instante, un solo instante, y la presa era segura. Veíale el rojizo pelambre enmarañado e hirsuto y la esponjada cola casi barriendo el suelo y medio escondida entre las ancas...
      Y de repente, en un solo punto y de un solo golpe, el animal saltó por oculto brincadero de la cerca, donde sin duda los leñadores o los cuatreros habían rodado las piedras para abrirse se paso y comunicación entre las dos dehesas.
      Quien se haya encontrado en lance parecido, podrá figurarse la desazón y descorazonamiento que sentí de súbito. La cólera y el despecho invadiéronme de tal manera que me propuse disparar todos los tiros de mi carabina sobre la solapada bestia que así me había burlado, apenas la divisara a la otra parte del lienzo, pues pensar en seguirla era pensar en lo excusado, y poco menos que imposible hacer brincar el caballo por aquel portillo, practicable sólo para los peones y animales monteses; e intentar la persecución a pie era casi una locura, por lo duro, sinuoso y empinado de la vertiente. Así es que paré de pronto el caballo y me apercibí a hacer fuego en el instante en que el coyote apareciera al otro lado de brincadero, lo cual tenía que suceder forzosamente, y en un momento, sin que lograra esconderse entre los mogotes, que en aquel sitio eran ralos y dejaban claros suficientes para poder dar caza a una pieza mucho más pequeña que la que se me había escapado.
      Desde el punto en que me encontraba, a menos de cincuenta pasos del brincadero, descubríase buena extensión de terreno por ambos lados de la cerca, que precisamente a corta distancia y por la parte interna se torcía en ángulo obtuso siguiendo la irregular pendiente de la montaña, lo que me permitía ver cualquier objeto que se moviera al pie mismo de la provisional muralla. Y es el caso que transcurrieron segundos, minutos, sin que el decantado animal apareciera. Desde el caballo dominaba yo todos los lugares por donde podía surgir de pronto, aun a largo trecho, y aunque contra las piedras de la cerca se deslizara intentando incrustarse en ellas, a verle alcanzaría siguiéndole con la vista por todas las veredas. Confundido hallábame y "mistificado" casi con aquella desaparición repentina.
      La bóveda, antes azul, del cielo estaba roja y el sol se desbarataba en cataratas de lumbre sobre la extensión bravía. Allí el monte era yermo: abajo la inmensa sabana de tierra candente; arriba las estribaciones de la cordillera, manchadas a veces por el chaparral ceniciento, cubiertas a trechos por los peñascos calizos que rodaron los siglos desde la montaña, como enormes osamentos de una raza monstruosa; y entre aquellas dos arideces, el cercado de piedras calcáreas de abrasadora blancura y que en sinuosísima curva iba siguiendo los accidentes de las laderas desoladas. Eché pie a tierra, desaté el cabestro, y llevando de él a mi cabalgadura, dirigime al punto mismo del brincadero donde la cerca aparecía como una gigantesca mandíbula, monda y desdentada.
      Por ese lugar precisamente había saltado el coyote y desaparecido, sin que a verle volviera en todo aquel espacio. Trepé por las piedras rodadas del brincadero, siempre llevando del ronzal a mi caballo, y cuando estuve en la medianía del boquete, me asomé al lado opuesto del potrero buscando en el suelo las huellas que el animal hubiera dejado... Y en este punto, protesto y juro que el pasmo y la admiración dejáronme de un golpe y de una sola pieza, parado, confuso y aturdido. Al pie del muro de cantos sueltos de que la cerca estaba compuesta, acurrucado, hecho un ovillo, en informe montón que se encogía sobre sí mismo, un viejecillo desmedrado, sucio hasta la repugnancia, apareció a mis atónitos ojos, que todo esperaba encontrar, menos semejante engendro de asquerosidad a quien apenas podía considerarse como un ser humano. Las rodillas finas y puntiagudas, ceñidas por los brazos en apretado nudo, como por dos cobrizas serpientes, escuálidas y viscosas. El descubierto cráneo, coronado por hirsuto greñal de mechas grises, descansaba sobre aquel infame nido que los codos y las choquezuelas formaban, y todo el conjunto aparecía cubierto por inverosímil envoltura de andrajos nauseabundos. Los desnudos brazos y las piernas, tan canijos y descarnados como los de una momia, tenían el color grasoso y oscuro del café tostado; y en tal apariencia y postura, el vejete semejaba un fakir indio sumergido en la estúpida somnolencia de su contemplación. A su lado descansaba en el suelo, boca abajo, un viejísimo sombrero de palma, alto de copa, agudo y abollado. Y la inmovilidad de toda aquella maza vil, cuasi informe, infundiome de pronto estupor tal, que no acerté a tomar por largos momentos resolución alguna. Por fin, repuesto de mi sorpresa, alcé la voz para despertar al viejo a quien juzgué dormido o amodorrado bajo la inmensa ola ardiente del sol, que más que inundarle, le quemaba; mas ningún movimiento respondió a mi llamado. Repetí las voces hasta llegar al diapasón del grito; y sólo en el último que acompañé con un empujón dado sobre su espalda con la culata de mi carabina (pues sentía viva repugnancia de tocarle), alzó pesadamente la temblorosa cabeza que dirigió hacia mí, mostrándome una faz tan en consonancia con el cuerpo, que comencé a sentir inexplicable inquietud. Unos cuantos pelos ásperos y rígidos manchaban de blanco y gris aquel inmundo semblante, donde los ojos, como dos gotas de agua sucia, escondíanse vacilantes y contraídos entre dos círculos rojos hasta la sangre, encendidos hasta el fuego y despoblados de cejas y pestañas, de los cuales pugnaba por desprenderse y resbalar un humor asqueroso sobre los pellejos negros y cochinos de aquellos pómulos, partidos por arrugas tan profundas, que semejaban cuchilladas.
      Fijó en mí la mirada, sin verme al parecer: tanta vaguedad había en ella. Trató de incorporarse, pero el temblor de los remos se lo impidió y dejose caer de nuevo sobre la piedra que le servía de asiento. Como no contestara a mis preguntas ni hiciese caso de las palabras que le dirigía, mostreme duro y amenazador, hasta lograr infundirle cierta timidez que le obligó a hablarme, advirtiéndome desde luego que era sordo. Entonces a gritos le interrogué.
      —¿Dónde está el coyote que brincó por aquí?
      —No he visto, padrecito —me respondió enseñándome los dos colmillos únicos, verdes y negruzcos de que sus encías estaban guarnecidas.
      —Eso no es verdad. En este mismo lugar ha caído y por fuerza tuvo que tropezar contigo y despertarte, por muy dormido que estuvieras.
      —No ha brincado nada, padre santo —Y su voz era tan quejumbrosa y entrecortada, como si mortal dolencia le aquejara—. Yo no he visto —continuó—, estoy muy malo y aquí me quedé a descansar, pos ya no puedo ni llegar a mi casa.
      —¿En dónde vives?
      —Allá —me dijo, señalando con un vago movimiento del enjuto brazo un punto indeterminado que estuviese a la vuelta de los cercanos cerros—. Vengo de pedir limosna por algunos ranchos donde hay almas caritativas que me socorren. Pero estoy muy malo y ya no puedo caminar.
      En la voz y los ademanes del viejo se advertía, efectivamente, que estaba muy enfermo, lo que empezó a inspirarme hondísima compasión. Expliquele el caso del coyote y la imposibilidad de que hubiera desaparecido sin ser visto. Juró y perjuró el viejo que no había sentido la carrera ni el brinco. Me incliné buscando en la tierra las huellas del animal, pero el terreno era pedregoso y yo no podía observarlas. Al bajarme un poco para examinar mejor el suelo hice rodar algunas piedras de la cerca que cayeron casi sobre el sombrero del mendigo. Y en aquel instante... ¡horror de los horrores!, el sombrero empezó a moverse vertiginosamente como si oculta fuerza le impeliera. No pude darme cuenta de mi asombro, porque en el momento mismo voló el tal sombrero volcado por una gallina prieta que, escapándose de debajo echó a correr aleteando, aturdida y asustada, hasta los mogotes más cercanos, donde se escondió súbitamente, dejando oír sólo su alharaquienta gritería.
      Imposible dar cuenta de mi estupefacción y de mi asombro. Por un primer impulso quise arrojarme sobre el mendigo y molerle a golpes o descerrajarle un tiro. Mezcla increíble de furor y espanto se apoderó de mí, y ciego, desatentado y frenético, sin tener conciencia de mis actos iba ya a consumar horrendo crimen, cuando el viejo, en el colmo del terror y como por enérgica fuerza impelido, púsose de rodillas y con las lágrimas en los ojos y alzando hacia mí los brazos, implorantes, gritome, con grito tan desesperado, que nunca olvidaré:
      —¡Perdóname, padrecito de mi alma, no me mates, nada te hago! Esa gallinita me la dieron de caridad; no me la he robado. Soy un pobre, soy un pobrecito viejo y estoy enfermo. ¡No te vaya a castigar Dios!
      Una ola de sangre fría hízome volver el buen sentido, tan repentinamente como me había abandonado. Pero mi retorno al cabal juicio vino de estupor tal acompañado, que tardé buen espacio en darme razón exacta de aquel evento. Cuando alcancé a reponerme, me envolvía cierto ambiente de misterio y pavor, que me impulsó a trastumbarme del montón de piedras donde hasta entonces había permanecido, y poco a poco fui enrollando el cabestro; amarrelo a los tientos de la silla y monté de nuevo, ordenando al viejo con voz que el mismo estado de mi ánimo hacía imperiosa y amenazante, esperar en aquel punto hasta mi regreso.

IV

      A carrera tendida por entre los barbechos me dirigí a la estancia de donde el coyote había robado la gallina. Llegué en unos minutos. Llamé en seguida con las palabras sacramentales.
      —¡Ave María!
      —En gracia concebida —me contestaron desde adentro dos mujeres que a poco aparecieron en el umbral de los jacales.
      —¿No se ha llevado el coyote alguna gallina? —les pregunté precipitadamente.
      —Sí, siñor; y todos los días se lleva una o, con perdón de su mercé, un puerquito, de modo que ya no tenemos vida. Ni los perros, ni balazos que le avientan los hombres, pueden espantarlo, pos siempre le jierran y los perros se cansan y le tienen miedo.
      —¿Hay aquí algún hombre que venga conmigo a seguir al coyote que está del otro lado de la cerca?
      A mi pregunta, presentose un muchacho que acababa de llegar del trabajo, según me dijo; le invité a acompañarme, a lo que prestose de muy buen grado; y ambos, entre las bendiciones y los votos de las mujeres, enderezamos el rumbo hacia el lugar de mi aventura que, como era natural, no quise referir a aquellas buenas gentes.
      Cuando nos acercábamos al portillo del brincadero, divisamos al rabadán y al guía que ya estaban de regreso y se dirigían a nosotros, pues no habiéndome encontrado en el punto donde me dejaron, vinieron en mi busca, dando conmigo en poco tiempo. También les puse al tanto del objeto que me había apartado del bosquecillo de los encinos, y todos cuatro llegamos en un momento al lugar donde el coyote se me escapara dejándome burlado y donde el viejo mendigo debía aguardarme.
      Pero éste también había desaparecido; y aunque pensaba que yo no podía estar muy lejos según era enfermizo y débil su aspecto, no quise decir una palabra sobre el hallazgo del viejo a mis compañeros, para que fuesen a buscarle.
      Los tres eran peritísimos en eso de seguir pistas y encontrar huellas. Púseles sobre el terreno mismo, y con todo y que sólo de piedra dura se componía, pudieron adivinar el paso, pero no de un animal, sino de un hombre. Advertirlo y quedarse parados de una sola pieza, viéndome con atónita mirada, fue una sola cosa.
      —¡Alabao sea el Santísimo Sacramento del Altar! —exclamó el baciero y todos tres se persignaron—: ésta es la "fuella" del nahual.
      —¿Qué nahual? —les pregunté con una sonrisa incrédula, que yo mismo no estaba muy seguro de que fuese natural.
      —Pos, siñor —dijo el muchacho a quien fui a traer de la vecina estancia—, es un viejo muy malo que se aparece por todos estos montes y naiden sabe de dónde viene ni dónde vive.
      —Sí, amo — repuso el baciero—; y dicen que se güelve coyote o cualquier otro animal ansina de esos del monte, porque izque tiene pauto con el enemigo malo.
      —Yo nunquita le vide —dijo mi guía que hasta entonces había estado mudo y estupefacto—; pero he oído hablar mucho de ese viejo, que dicen que tiene la casa en una cueva del cerro.
      —Eso no es verdad —les dije—, no hay nahuales; y si algún viejo o mozo ha pasado por aquí hace poco, vamos a buscarle y por fuerza tenemos que dar con él.
      Y nos pusimos en obra, pero todo fue inútil. Agotamos el vigor y la paciencia. El "fuellerío" desaparecía sobre las rocas donde no era posible percibirlo, o entre los matorrales que se espesaban haciéndose bravíos y obstruyéndonos el paso completamente. Quise que nos internáramos en las cañadas de la sierra, pero mis tres acompañantes, a una, se opusieron obstinadamente y no logré arrancarles, con todos mis esfuerzos, aquella superstición de la cabeza.
      Desalentado al fin, volvime, no sin proponerme descubrir por cualquier medio y a todo trance aquel hasta entonces para mí inexplicable misterio; y no cejé un punto hasta que, transcurrido más de un año, pude lograr al cabo dar con el secreto, cuando el viejecillo fue encontrado muerto en una covacha oculta entre lo más salvaje y escarpado de la montaña.
      El hallazgo del cadáver fue debido a una circunstancia bien singular por cierto. Ocupábanse unos leñadores en sus habituales faenas, cuando escucharon los aullidos agudos y prolongados de un coyote, y tan insistentes eran que determinaron ir en busca del animal para matarle. Topáronle a la entrada de una cueva poco profunda donde se ocultó al sospechar que le perseguían. Los leñadores se aventuraron dentro de la cueva, y ¡cuál sería su asombro! al encontrar al viejo muerto y junto a él como si fuese un perro, al coyote echado y lamiéndole con tan grandes muestras de cariño y de dolor, que los hombres se enternecieron, y a pesar de la superstición que abrigaban sobre las brujerías del viejo, le sacaron de allí, llevándole a enterrar al cementerio más cercano.
      El viejo, cuyas dolencias y falta de fuerzas eran más aparentes que reales, explotaba la credulidad de los sencillos montañeses para hacerse temer y robar a mansalva, con la ayuda del leal y bien amaestrado coyote, que le proveía de aves del corral y cuadrúpedos, con cuya venta satisfacía las menguadas necesidades de su miserable existencia...
      Y ahora, al entrar la noche, el fiel canino marchaba en pos del rústico funeral por entre las lóbregas asperezas de la serranía, lanzando el doloroso clamor de la despedida a aquella miseria y abyección que le abandonaban para siempre y que le habían amparado con amor y abrigo en la soledad de los campos, en cuya infinita tristeza iba a perderse el lastimero grito, como el toque lúgubre de salvaje clarín que, para contemplar en tanta pequeñez la augusta grandeza de la muerte, convocara a todos los espectros de la montaña.

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4 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Ey, hasta la mitad más o menos me ha parecido un coñazo de cuento, la verdad. Sin embargo me ha sorprendido muy gratamente el final. Ni por asomo me esperaba esa explicación del misterio. Bonita historia, sí señor.

Saludos.

4/21/2007 01:49:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Ya me habías dicho de otro de sus relatos que te parecía un tostón, y estoy de acuerdo contigo en que no son precisamente cuentos amenos. Igual que el Quijote, por mucho que diga todo el mundo que le vuelve loco, hay que reconocer que son truños para un lector actual, hecho a su literatura contemporánea. Es lógico. Aunque a mí me gustan, la verdad.

Lo que quiero es difundir la idea de Othón, a ver si algún plumífero se anima a escribir relatos escépticos actuales.

4/21/2007 02:05:00 p. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Y digo yo... ¿Por qué no lo intentas tú? Sería un lujazo para el lector de Bajo el Volcán encontrarse un día un relato del propio Gerardo García-Trío. Si aún no lo has hecho tus razones tendrás, pero no sería mala aportación a la causa escéptica. Piénsatelo, hombre.

4/21/2007 02:32:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Pues gracias por la confianza que implica la petición, Javi. No es una proposición descabellada; pero entre lo vago que soy y mi autocrítica enfermiza, no sé, no sé...

4/22/2007 05:19:00 p. m.  

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10 abril, 2007

Woody Allen y la religión

Fragmento de Desmontando a Harry con uno de los chistes más citados de Woody Allen. ¿Qué tiene de malo la ciencia?


Algunas más relacionadas que me gustan, que no sé si son auténticas ni de qué películas, sacadas de la Wikipedia:
  • ¡Si dios tan solo me diera una clara señal! Como hacer un gran depósito a mi nombre en un banco suizo...
  • Si dios existe, ¡espero que tenga una buena excusa!
  • Unos se casan por la iglesia, otros por idiotas.
  • No sólo no existe dios, sino que a ver cómo encuentras un electricista en domingo.
  • Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete.
Nota: sí, que ya sé que "dios" e "iglesia" se escriben con mayúscula, pero ¡es que no quiero hacerlo!

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9 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Psicopanadero escribió:

Tienes el video marcado como privado y así no se puede ver (al menos yo no lo puedo ver).

4/10/2007 04:48:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Perdón, se me olvidó actualizar eso. Lo subí hace tiempo y lo mantuve como privado hasta publicarlo.

4/10/2007 05:03:00 p. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Fíjate, y yo pensando "Gerardo se ha muerto". Si hasta creía percibir el inconfundible olor de la putresceína cuando entraba a este blog... Bien, Gerardo vive. Demos todos gracias al Señor.

Muy buena alguna de esas frases wikipédicas.

Respecto a lo que dices al final, esa especie de excusa o disculpa o reafirmación o lo que coño sea, te diré que a mí también me pasa a veces. Es el dilema entre usar la mayúscula para instituciones - ¿Instituciones?- que no respetamos, o que incluso nos provocan desprecio, y que sin embargo la ortografía, al menos tal como me la enseñaron a mí, nos dice que deben ir siempre con mayúscula. Un conflicto entre ideas y normas lingüísticas arbitrarias. Interesante asunto que poco tiene que ver con tu entrada pero que me ha llamado la atención, y ya que tú lo mencionas primero...

4/10/2007 06:35:00 p. m.  
Blogger Ernesto escribió:

Woody Allen es todo un faro en mi vida. Sus citas y enseñanzas son mejor que cualquier religión. De todos modos no comparto la idea de poner Dios con minúscula. No es cuestión de respeto o creencias, sino de ortografía y comunicación.

4/11/2007 11:52:00 p. m.  
Blogger skizo escribió:

Ostras, yo debo ser un ser inadaptado y tal, pero no he visto ni una sola de las peliculas de woody allen, y eso que he oido hablar fabulosamente bien de ellas.

En fin, me has hecho entrar ganas de hacer un sesion de pelis el fin de semana con la novia sobre woody allen.

:)

Saludos!!

4/12/2007 03:09:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Gerardo,

«Algunas más relacionadas que me gustan, que no sé si son auténticas ni de qué películas, sacadas de la Wikipedia:»

La versión inglesa de Wikiquote (que no Wikipedia) da la referencia de algunas de las citas de Woody Allen:

Not only is there no God, but try getting a plumber on weekends.
-Getting Even (1971). Concretamente el capítulo My Philosophy.

If only God would give me some clear sign! Like making a large deposit in my name in a Swiss bank.
-Without Feathers (1976).

La frase «If God exists, I hope he has a good excuse» aparece entre las atribuidas (es decir, es dudoso si de verdad es suya). Las otras dos no las he encontrado.

Saludos.

-- Pedro Gimeno

4/12/2007 06:48:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Ernesto, entiendo (aunque evidentemente no comparto) tu argumento sobre la ortografía, ya que estoy infringiendo una norma aunque sea deliberadamente, pero no el de la comunicación.

PD: Thank you, PGimeno.

4/12/2007 09:15:00 p. m.  
Anonymous Anónimo escribió:

Yo, la verdad, no entiendo a la gente que dice creer en Dios porque esto le facilita la comprensión del mundo. Ignorando a Dios, sólo con lo que se ha descubierto hasta ahora y lo que se avanza actualmente en el conocimiento científico, sólo hay una pregunta claramente incontestable a medio y largo plazo, que es: ¿Cómo se formaron los átomos y partículas subatómicas que dieron lugar al nacimiento del Universo? Si metemos a Dios en el ajo, contestamos a esta pregunta, pero abren cientos de interrogaciones más difíciles de contestar como: Si Dios es todopoderoso e infinitamente bueno, ¿Por qué permite que sus hijos ardan eternamente en el infierno? Cualquier madre que no sea infinitamente buena no podría soportar ver cómo su hijo sufre hasta la eternidad.
Si Dios es infinitamente poderoso, conoce el futuro, luego puede saber si tú vas a ir al cielo o al infierno, con lo cual, ¿Para qué portarte bien en vida, si tu vida eterna está predestinada?, y si Dios no puede leer el futuro... entonces no es todopoderoso... y así otras miles.
El mundo es complicado, pero es más simple sin un Dios de por medio.
Saludos,
Miri

4/23/2007 08:07:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Había enviado ya este comentario, pero veo que no sale.

Una manera de decirlo muy clara, es la aplicación la navaja de Occam de Carl Sagan en Cosmos que cita Luis Alfonso Gámez:

"Si el cuadro general de un universo en expansión y de un Big Bang es correcto, tenemos que enfrentarnos con preguntas aún más difíciles. ¿Cómo eran las condiciones en la época del Big Bang? ¿Qué sucedió antes? Había un diminuto universo carente de toda materia y luego la materia se creó repentinamente de la nada? ¿Cómo sucede una cosa asi? Es corriente en muchas culturas responder que Dios creó el universo de la nada. Pero esto no hace más que aplazar la cuestión. Si queremos continuar valientemente con el tema, la pregunta siguiente que debemos formular es evidentemente de dónde viene Dios. Y, si decidimos que esta pregunta no tiene contestación, ¿por qué no nos ahorramos un paso y decidimos que el origen del universo tampoco tiene respuesta? O, si decidimos que Dios siempre ha existido, ¿por qué no nos ahorramos un paso y concluimos diciendo que el universo siempre ha existido?".

Pero claro, esto implica razonar.

4/24/2007 11:57:00 a. m.  

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