08 septiembre, 2009

Ante la gripe A, paciencia y tranquilidad

Por Juan Gérvas (jgervasc@meditex.es / www.equipocesca.org), Médico de Canencia de la Sierra, Garganta de los Montes y El Cuadrón (Madrid). Profesor Honorario de Salud Pública en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, y Profesor Visitante de Atención Primaria en Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad (Madrid).

Resumen:

1. La gripe A es muy contagiosa y muy leve. Más leve que la gripe de todos los años (gripe estacional).
2. Ante la gripe A conviene un comportamiento prudente y tranquilo, similar al que tenemos con la gripe estacional. Se debe consultar al médico sólo en caso de enfermedad importante (tos con sangre, gran deterioro respiratorio).
3. Los antivirales como Tamiflú y Relenza no previenen la gripe A, y tienen efectos secundarios importantes. Por lo demás, tampoco sirven para el tratamiento en pacientes sanos. Se deben reservar para tratar casos graves.
4. La vacuna contra la gripe A es experimental, y por ahora no se sabe nada ni de su seguridad ni de su eficacia.
5. Las pandemias previas no produjeron gran mortalidad en cuanto se dispuso de antibióticos para tratar las neumonías que complican la gripe. Las pandemias previas no tuvieron una segunda “ola” de mayor agresividad.
6. Frente a la gripe A, el embarazo no debería conllevar ningún cambio ni modificación de la vida de la mujer. Como sabemos hay un cierto grado mayor de complicaciones, similar a lo que se ve en la gripe estacional.
7. Además de la gripe A, los servicios sanitarios tienen que atender a los miles enfermos agudos y crónicos habituales por lo que conviene no saturar la actividad de médicos y enfermeras con pacientes leves de gripe A.

El problema

La gripe es una enfermedad viral que se suele padecer durante el invierno, en forma de epidemia (epidemia estacional) que afecta a gran parte de la población. Como bien dice el refrán, “la gripe dura siete días con tratamiento, y una semana sin él”. La gripe es enfermedad leve, con fiebre y síntomas varios como dolor de cabeza y muscular, náuseas, diarrea y malestar general, que obliga a guardar un par de días de reposo. No conviene bajar la fiebre (ni en niños siquiera), y el tratamiento es para el dolor y el malestar.

Pese a la levedad de la gripe, se puede demostrar que la mortalidad aumenta en la población con dos picos anuales, uno en los días del verano con el máximo de calor, y otro en los días del invierno con la epidemia de gripe. Por ello se aconseja vacunar contra la gripe, aunque se discute si esta vacunación es útil.

La epidemia de gripe A, que empezó en México en 2009, es de menor gravedad que la epidemia estacional. Es una gripe que se contagia muy fácilmente, y por eso es una “pandemia”, porque puede llegar a afectar a la mitad de la población. Pero la contagiosidad de la gripe A no dice nada de su gravedad, y de hecho es menos grave que ninguna gripe previa. Afecta a mucha gente, pero mata menos que la gripe de todos los años. Las cifras son variables según la fuente de datos, pero por ejemplo, en el Reino Unido ha habido cientos de miles de casos y sólo unas 30 muertes y en EEUU con un millón de casos sólo 302 muertos. En el invierno austral (que coincide con el verano en España), en la Argentina han muerto unas 350 personas, en Chile 128 y en Nueva Zelanda 16 personas. Con el invierno austral casi finalizado, en el mundo entero ha habido hasta ahora 2.501 muertos. Para ponerlo en situación, se calcula que en España mueren durante un invierno “normal” por gripe estacional [la de siempre] entre 1.500 y 3.000 personas.

La mortalidad por gripe A afecta básicamente a menores de 65 años, pues los mayores parecen tener cierto grado de protección, por epidemias previas con virus similares.

Entre los muertos por la gripe estacional el 90% son mayores de 65 años, mientras por la gripe A solo el 10% es de este mismo grupo de edad. Es decir, la mortalidad por gripe A es en el 90% en menores de 65 años.

Pese a todo, en números absolutos, la gripe A mata a pocos jóvenes; por ejemplo, en EE.UU. mueren al año por gripe estacional unas 3.600 personas menores de 65 años y de gripe A han muerto hasta ahora 324 personas de ese grupo de edad. Por cierto, al año mueren unas 36.000 personas por gripe estacional en EE.UU. La alta mortalidad en EE.UU. tiene que ver probablemente con su falta de cobertura sanitaria a los que más lo necesitan (pobres y enfermos).

En Australia, con el invierno terminando, han muerto unas 132 personas por gripe A, de las que son aproximadamente 119 menores de 65 años. En Australia cada año mueren por gripe estacional unas 310 personas menores de 65 años.

Los factores de riesgo dicen poco respecto a la mortalidad por gripe, lo mismo en la gripe estacional que en la gripe A. Por ejemplo, en EE.UU., el 67% de los niños que murieron por gripe estacional en 2003-2004 no tenían ningún factor de riesgo.

Hemos tenido muchas pandemias, y la más letal, la “española” de 1918 mató sobre todo a los pobres por neumonías bacterianas (mal alimentados, hacinados, con viviendas insalubres y mal protegidos del frío). En las otras dos grandes pandemias, de 1957 y 1968 no hubo tal letalidad, entre otras cosas por la existencia de los antibióticos para tratar las neumonías bacterianas.

Al estudiar las pandemias de los últimos siglos (desde 1510 hasta la actualidad) se demuestra que nunca se ha contagiado simultáneamente toda la población (el 100% al tiempo) y que, si ha habido segunda “ola” de pandemia, la gripe ha tenido un carácter leve también en la segunda vuelta. La proyección de varias oleadas de progresiva gravedad es sólo fantasía, no una inferencia a partir de la realidad.

La fantasía está logrando introducir el pánico en la población por el empleo de grandes números (“cientos, millones de afectados”) y 2/ el empleo de impactantes relatos, la descripción casi en vivo y en directo de cada muerte. Estos dos elementos llevan al lector/oyente/televidente a imaginarse a sí mismo y a sus seres queridos afectados y gravemente enfermos, o muertos. Es un ejercicio clásico de “invención de enfermedades” (disease mongering) de transformación irreal de una gripe A contagiosa y no grave en una gripe A virulenta y letal.

En su día, el Gobierno de Canadá se propuso un doble objetivo frente a la gripe aviar, en 2005, ante la alarma creada por la OMS: a/ reducir el número de muertos y b/ mantener la estructura social. En la gripe A el problema no parece ser lograr el primer objetivo, dada su mínima letalidad. El segundo objetivo parece ignorarse al propagar una epidemia de pánico.

¿Qué se puede hacer ante la gripe A?

Cuando en 2005 la Organización Mundial de la Salud (OMS) pronosticó que podrían morir de gripe aviar hasta 150 millones de personas, se desató el pánico en el mundo. Después hubo sólo 262 muertes. Hubo, pues, un gravísimo error pronóstico. En 2009, con la gripe A, conviene no repetir el mismo error. Por ello es central evitar el pánico. Es absurdo tener pánico frente a la epidemia de gripe A, por más que nos llegará a afectar (levemente) a muchos. Parece que los mensajes de la OMS y de muchos Gobiernos, instituciones y médicos tienen un estilo de “invención de enfermedades”, sobre todo un estilo que va en contra de lo que ya sabemos por la experiencia del invierno austral.

Ante la gripe A conviene hacer lo que siempre se hace ante la gripe: cuidarse con prudencia y tranquilidad. Buena hidratación, buena alimentación, buena higiene, y recurrir al médico cuando haya síntomas de importancia, tipo tos con expulsión de sangre y gran deterioro de la respiración. Conviene no “toserle” a nadie, no tocarse la nariz, taparse la boca al estornudar y lavarse las manos antes de comer, después de ir al servicio y si uno se mancha con los mocos.

El virus se elimina por la mucosidad nasal aproximadamente durante los primeros cinco días de la enfermedad. El uso de mascarillas no parece que ayude a evitar la propagación de la epidemia. Conviene no hacer mucha vida social esos primeros días, como siempre se hace en caso de gripe.

El cierre de escuelas, colegios, universidades y otros lugares es en general absurdo, una muestra de falta de sentido común y de autocontrol de las autoridades.

Respecto al embarazo, no hay nada que decir, pues es saludable en cualquier caso, y nada lo impide ni lo agrava durante la epidemia de gripe A. Como sabemos, sobre todo en el tercer trimestre, la capacidad pulmonar de la embarazada es menor, y por ello hay más posibilidades de complicaciones con todas las infecciones pulmonares. Pero las diferencias entre estar embarazada y no estarlo son marginales, por ejemplo, de riesgo de ingreso por gripe A de tres por millón de mujeres en el caso del embarazo y de uno por millón en otro caso. Estar embarazada no aumenta la probabilidad de gripe A. El virus de la gripe A no es peor que el de la gripe estacional para el feto. Si está embarazada haga vida normal sana, personal, familiar y laboral. Si da de mamar, siga disfrutando de ello, con o sin gripe A (o estacional). Ante la gripe, A o estacional, lo mejor que puede hacer la embarazada es disfrutar sanamente de la vida, familiar, sexual, social y laboral.

La obesidad también limita la capacidad pulmonar, y quizá por ello da mayor susceptibilidad a las complicaciones. La obesidad sobrecarga al corazón y puede llevar a insuficiencia cardiaca. No es raro por ello que la gripe tenga impacto distinto en los obesos. En todo caso la situación es común a todas las complicaciones que conlleva el exceso de peso (especialmente cuando es exagerado).

No hay tratamiento preventivo alguno: los medicamentos contra la gripe no previenen la enfermedad (ni el oseltamivir-Tamiflú ni el zanamivir-Relenza). Una vez que se tiene la enfermedad estos mismos medicamentos son también casi inútiles (acortan medio día la evolución de la enfermedad). Tampoco hay estudios que avalen su efectividad en la propia gripe A. Además, tienen efectos adversos. Por ejemplo, durante la epidemia de gripe A, en niños tratados en Londres con oseltamivir-Tamiflú, tuvieron efectos adversos la mitad, generalmente vómitos, y en el 18% fueron alteraciones neuropsiquiátricas. Quizá en algunos casos valga la pena su uso como tratamiento, por ejemplo en enfermos graves y en pacientes con enfermedades crónicas importantes, pero no son útiles ni en niños ni en adultos sanos.

La vacuna contra la gripe es de poca utilidad en niños y adolescentes, con una efectividad del 33%, y absolutamente inútil en los menores de dos años. Hay dudas sobre su eficacia en adultos y ancianos. Sobre la vacuna contra la gripe A no sabemos nada, pero en 1976 se produjo en EE.UU. una vacuna parecida, también con todas las prisas del mundo por el peligro de pandemia, y el resultado fue una epidemia de efectos adversos graves (síndrome de Guillain-Barré, enfermedad neurológica) que obligó a parar la vacunación. Las prisas no son buenas para nada, y menos para parar una gripe como la A, que tiene tan baja mortalidad. Conviene no repetir el error de 1976. En todo caso, es exigible la firma de un “consentimiento informado” que deje claro los beneficios y riesgos, y el procedimiento a seguir ante los daños por efectos adversos. Dadas las prisas de producción de la vacuna, y para evitar las consecuencias legales de los problemas de seguridad, responderán ante las reclamaciones, ante los daños, los Estados, no la industria farmacéutica.

¿Algo más?

Las pruebas diagnósticas rápidas de la gripe A tienen poca sensibilidad (del 10 al 60%). Es decir, no vale la pena hacer la determinación para saber si uno tiene gripe A en realidad. Da igual, pues los consejos son los mismos, y la prueba no añade la seguridad de no tener la gripe A.

Tanto el virus de la gripe A como el de la gripe estacional pueden mutar dejando por completo inútiles las vacunas.

No hay protección ante la gripe A con la vacunación contra la gripe estacional.
Conviene no olvidar que un niño (y un adulto) puede tener otras enfermedades, además de la gripe A. En el Reino Unido ha habido casos de niños muertos por meningitis tras ser diagnosticados en falso de gripe A.

Durante la pandemia de gripe A seguirá habiendo infartos de miocardio, apendicitis, insuficiencia cardiaca, diabetes, asma, intentos de suicidio, fracturas de cadera, depresión, esquizofrenia y las otras mil enfermedades que requieren atención médica. El comportamiento sereno, paciente y tranquilo de los pacientes con gripe A es esencial para que funcionen bien los servicios sanitarios y su médico pueda dedicarse a los enfermos que lo necesitan, con o sin gripe A.

Nota: El autor no tiene más afán que dejar claro el estado del conocimiento respecto a la gripe A en el momento de escribir este texto, y para ello ha revisado la literatura mundial al respecto. Este texto es puramente informativo. El autor lamenta que muchos de los organismos públicos, las sociedades científicas y los medios de comunicación transmitan otro mensaje; sus razones tendrán.

(Traducción de este texto al inglés, italiano, francés y portugués en www.equipocesca.org).

Referencias seleccionadas:

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13 comentario/s (feed de esta discusión):
Anonymous Anónimo escribió:

Y la gran duda es...¿por qué desde los gobiernos y los medios de información "tradicionales" (prensa escrita, TV y radio) no se dan estos datos?
La respuesta, cada vez más obvia.

9/08/2009 04:31:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Los medios, porque son una mierda, los gobiernos, porque... caramba, qué coinsidensia.

9/08/2009 05:03:00 p. m.  
Blogger Víctor Guisado Muñoz escribió:

Gracias por la información, Gerardo. El artículo responde la pregunta que llevo haciéndome todo el verano: ¿cuántos menores de 65 años mueren debido a la gripe estacional en comparación con el número de muertos por gripe A? Los números son contundentes y, aunque me cause tristeza admitirlo, los telediarios ya son peores que los programas del corazón. Otro tema que me parece escandaloso es que las farmacéuticas no se hagan responsables de los problemas que pueda haber con la vacuna, y tengan que asumir esta responsabilidad los gobiernos. ¿En qué mundo vivimos? En el mejor de los mundos posibles, sin duda, como diría Pangloss.

9/09/2009 12:44:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

De nada, Víctor. Muchos de estos datos se pueden leer en la página de la OMS, pero el articulista tiene razón en que incluso allí se exponen de manera bastante alarmista.

Un par de enlaces más:

Jiménez, con los médicos: 'Quizá estemos exagerando un poco'

Los médicos critican la gestión informativa realizada por la OMS y dicen que 'ha sacado los pies del tiesto'

9/09/2009 01:36:00 p. m.  
Blogger Cristina escribió:

Hola, llegué a tu blog hace un tiempo a través de DCC, y más o menos lo sigo aunque no he comentado nunca hasta hoy, (me parece), y actualizas poco.
Me parece genial que transcribas este artículo. Coincido en todo lo que apunta el autor.

9/10/2009 03:58:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Pues gracias por comentar ahora.

9/10/2009 05:02:00 p. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

A la comentarista CRD se le olvida decir que se dedica a la farmacia hospitalaria (vamos, que sabe de lo que habla en este asunto), y que laboralmente está sufriendo la locura desinformadora de los medios. Por cierto, mucho ánimo para el personal sanitario, que es quien más está sufriendo las consecuencias de la verdadera epidemia: la del pánico entre los desinformados.

Una vez más, Gerardo, gracias por compartir tan necesaria información. ¿Por qué será que, en esencia, ya sospechaba todo esto? Supongo que el ejercicio del pensamiento crítico es más útil y necesario de lo que algunos se creen.

Una última cosita, un poco al margen de esto:

"La alta mortalidad en EE.UU. tiene que ver probablemente con su falta de cobertura sanitaria a los que más lo necesitan (pobres y enfermos)".

Parece que el señor Obama se ha propuesto arreglar eso. Ojalá lo logre, porque desde luego es una vergüenza lo del sistema sanitario estadounidense. Qué bien me cae ese puto negrito, coño.

9/14/2009 04:23:00 p. m.  
Blogger Leónidas Kowalski de Arimatea escribió:

Se me olvidó enlazarte esta joya descubierta en Malaprensa:

¿Así nos tranquilizan?

No quiero ser conspiranoico, pero ya no sé si es simple amarillismo, incompetencia, o si es que la prensa tiene un interés particular en engañarnos.

9/14/2009 04:38:00 p. m.  
Blogger Kenia escribió:

Amén.

9/24/2009 04:35:00 p. m.  
Anonymous Martín Lobo escribió:

Me llama la atención la divergencia de opiniones entre usted y el reciente comunidado del Círculo Escéptico. Agradecería algún comentario de su parte al respecto.

11/16/2009 09:57:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Dejaré de lado mi postura habitual con los anónimos y le contestaré (uno, que es magnánimo).

Por un lado, los escépticos no siempre estamos de acuerdo, no tenemos una opinión única, corporativa, oficial o como quiera llamarse. Por otro, en este texto, si se fija, el autor todavía no está en contra de la vacunación contra la gripe A, como parece que está ahora, y que es lo que se critica en Círculo Escéptico.

De todas maneras, como hemos discutido algunos en la asociación, este médico no está en contra de las vacunas en general, sino todo lo contrario, aunque pueda parecerlo por su desconfianza hacia la de la gripe. En otro escritos dice de ellas cosas como esto: Las vacunas son un tesoro sanitario, lo que más ha hecho por la salud de la población tras la educación general obligatoria y el suministro y depuración del agua potable. Las primeras tenían una eficacia y efectividad asombrosa. Por ejemplo, ante la difteria, que podía matar a uno de cada cinco pacientes en las epidemias. O ante el sarampión, con sus cientos de miles de casos anuales, y una muerte por cada 2.500 pacientes, y una encefalitis cada 1.000. La vacuna contra el virus del papiloma humano es bien distinta. Su bajo impacto en salud puede contribuir al desprestigio de las vacunas en general. En los países desarrollados el movimiento en contra de las vacunas en general es cada vez más fuerte. Ya hay problemas reales con las vacunas como la de la gripe (Guillain Barré), la triple vírica (trombocitopenia), la anti-neumocócica (selección de nuevos serotipos agresivos) y la inyección de mercurio (por el uso de timerosal como conservante; hasta 37 microgramos con el calendario vacunal en conjunto). Y hay problemas "imaginarios", pero graves, como la asociación del autismo con la triple vírica, o la esclerosis múltiple con la de la hepatitis B, o la colitis ulcerosa con la vacuna contra el sarampión. Conviene ser cautos y prudentes con las nuevas vacunas, para no perder "el tesoro" sanitario que representa el conjunto previo (referencia).

Por supuesto, aquí no estamos en contra de las vacunas de la gripe A ni de otras. Le dejo con otra recomendación sobre este tema, de la mano de Pedro Alonso: Pedro Alonso critica la 'irresponsabilidad pasmosa' de movimientos antivacunas.

11/17/2009 03:00:00 p. m.  
Anonymous Martín Lobo escribió:

Agradezco su respuesta.
Me temo que no comprendo a qué anonimato se refiere. “Martín Lobo” son mi nombre y apellidos reales, quizás la singularidad de mi apellido le haya llevado a creer que se trata de un seudónimo. Ciertamente no es el caso. O quizás puede se considere como anónimo a quienes no proporcionan una dirección de correo electrónico válida en sus mensajes. Si es este último el caso puede encontrar información de contacto en la sección correspondiente de mi sitio web: http://webs.uolsinectis.com.ar/dodo75/Contacto.htm (en construcción, lo siento, siempre me falta tiempo para ponerlo en condiciones). Como sea no es mi intención ni aquí ni en ningún otro lado hacer afirmaciones desde el anonimato.

Otra posible confusión que me parece vislumbrar en su respuesta es que acaso Ud. ha considerado que le escribía algún escéptico o negador de la eficacia terapéutica de las vacunas en general a la búsqueda de contradicciones en sus rivales. En ello puede haber colaborado la parquedad de mi pregunta (interpretable como hostilidad contenida) por la que me excuso, fue producto de la falta de tiempo y el cansancio del momento.
Soy un aficionado a la filosofía en la línea de la filosofía analítica y el empirismo británico en general (ya sabe Russell, Ayer y demás pensadores hoy semi-olvidados) por lo que podrá imaginarse que mal puedo estar de acuerdo con las posturas anti-cientificas y oscurantistas de las organizaciones anti-vacunación.
Yendo al asunto que nos ocupa, la divergencia de opinión a la que aludo y me llamó la atención no es de carácter intelectual sino político. Una cosa son las discusiones sobre como está constituida la realidad y otra muy distinta las políticas adoptadas ante esa realidad junto con las opiniones de algún modo asociadas a tal política.
Por supuesto que las divergencias respecto de cuestiones objetivas son algo natural y hasta necesario en cualquier organización que se precie de racionalista. Pero la divergencia que existe entre el artículo del Dr. Juan Gérvas aquí citado y el modo en que se lo cita en el comunicado del Círculo Escéptico, del que Ud. es socio, es la diferencia entre una extensa y correcta cita textual por un lado y una cita descontextualizada y políticamente tendenciosa como la que en mi opinión ha realizado el Círculo Escéptico.
Me pareció (y me parece) que la diferencia de opinión implícita en el modo en se trata el tema en su blog y el modo en que se lo hace en el comunicado de círculo escéptico es abismal y desde mi perplejidad por ello es que le pedí un comentario al respecto. Por su respuesta infiero que Ud. considera que tal divergencia no existe o de existir no tiene la irreconciliable profundidad que yo le atribuyo. Lógicamente no estoy de acuerdo, pero me parece una respuesta perfectamente satisfactoria para comprender su posición que es lo que deseaba, sin otro fin ulterior. Por ello es que nuevamente le agradezco su contestación y le envío un cordial saludo desde Argentina. M.L.

11/18/2009 04:55:00 a. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Hola, Martín. La verdad es que te llamé "anónimo" por no haber dado un enlace en el que visitarte. Pero bueno, también estaba medio de broma.

Y bueno, te quiero aclarar que Gérvas sí está en contra de la vacuna de la gripe A, aunque en esta versión del texto que recogí todavía no lo decía así (de hecho, en el mismo texto que cito se puede ver que no es partidario de la del virus del papiloma humano, la triple vírica o la anti-neumocócica). Su postura actual se puede comprobar fácilmente en su web.

Un saludo

11/18/2009 01:15:00 p. m.  

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