El santo papel de cocina del barrio vigués de Casablanca
Tras unas fajitas divinas, limpiaba yo la sartén, que estaba hecha un Cristo, y entré en éxtasis ante esta revelación milagrasa, digo, milagrosa.
— Pff... Vaya birria, eso solo es un pringue de fritanga en una servilleta.
— Hale, ya está. Ya salió el tiquismiquis que no se queda contento si no incordia.
— Pero mírala. Si es que es una mancha cutrísima. Como mucho hay dos puntos ahí que recuerdan a unos ojos. Podría ser hasta La cosa del pantano.
— Vamos a ver, si tiene ojos y está en una servilleta, ¿quién va a ser?, ¿quién hace cosas así? No es La cosa del pantano. La cosa del pantano, no.
— Menudas ganas tienes. ¿Y lo que la rodea se supone que es pelo?
— Mira, si solo vas a molestar, haz el favor de largarte.
— Vale, vale, tranquilo. Ya te dejo en paz con tu «inexplicable» señal divina.
— Listo de las narices... Ni que se pareciesen más los que se ven por ahí.
Etiquetas: caras de Bélmez, escepticismo, humor
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Esto, bien llevado, te puede sacar de pobre para siempre, Gerardo (y no quiero decir con esto que esté bien comerciar con las reliquias; la Santa Madre Iglesia jamás lo ha hecho). No obstante espero que hayas tenido la sensatez de guardar a buen recaudo la sacrosanta manifestación de Nuestro Señor Jesucristo. Se le ve un poco chato, pero no cabe duda de que es Él de perfil, con su barbita recortada y todo. Lo de la ausencia de nariz se debe a su poco conocida afición por el boxeo, que por cierto nunca me he explicado por qué la Santa Biblia oculta ese detalle, pues el boxeo es un noble deporte lleno de valores humanos y divinos.
Eres un hombre afortunado, Gerardo, un Elegido. Yo siempre miro el papel higiénico tras usarlo esperando encontrarme algo así, pero a día de hoy los designios del Señor me han evitado por alguna razón que no me es dado comprender. No obstante no pierdo la Fe.
Me postro ante ti, Gerardo, oh, Elegido de Dios.
¡¡Cielos!! Ayer vi otra imagen; ayer una calavera, hoy un pijo haciendo morritos...¿tiene desdoblamiento de personalidad?
Hoy mismo pido cita para verme esto.
(Como se nota la raza, parece sacado de La Codorniz)
Qué curioso, lo que noto por vuestros comentarios es que todos lo vemos de distinta manera.
Saludos...
Es un Cristo multiforme que se adapta a la retina del observador; prueba evidente de su componente divina. Lo que es yo, veo la calavera de The Punisher de frente y al Salvador dando su mejor perfil. Divergencias como éstas justifican esciciones en el seno de la Santa Madre Fajita.
No, no, no... Insisto: si tiene ojos, ¿quién va a ser, hombre? Lo de la Santa Madre Fajita, lo acepto, eso sí es de nuestro agrado...
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