Algo que ocultar
Desde la ventana de su ático, un amigo me enseñó esto en un tejado vecino.
—Una chimenea. Po fueno, po fale, po malegro.
—Espera, que amplío el encuadre (qué tío más borde).
Es una antena de telefonía disfrazada, seguramente hecha así para evitar alborotos vecinales motivados por el miedo y la ignorancia acerca de tecnologías nuevas (supongo que, en su momento, debieron de ser tomados como ingenios malignos hasta las herramientas de piedra, el fuego y el arado).
Primero fue el alarmismo sobre los microondas, después les tocó a las líneas de alta tensión, más tarde a los teléfonos móviles y, ahora, a las redes wi-fi. Que no se acaben de encontrar sus supuestos daños en la salud, no importa mucho.
Para mí, el que los mismos que temen las radiaciones de la telefonía móvil puedan tumbarse al sol durante horas, aunque sea de sobra conocido que los rayos ultravioletas, otra radiación electromagnética, sí son cancerígenos, es muy esclarecedor de la poca racionalidad e inteligencia que hay tras esta histeria. Pero claro, el sol es «natural», y el bronceado, tradición y moda, y eso, al parecer, lo convierte todo en un asunto totalmente distinto.
La verdad es que disimular las antenas no es la mejor manera de evitar la conspiranoia. Mientras que otros intentan informar a la población, cosas así dan la impresión de que hay algo que ocultar.
—Una chimenea. Po fueno, po fale, po malegro.—Espera, que amplío el encuadre (qué tío más borde).
Es una antena de telefonía disfrazada, seguramente hecha así para evitar alborotos vecinales motivados por el miedo y la ignorancia acerca de tecnologías nuevas (supongo que, en su momento, debieron de ser tomados como ingenios malignos hasta las herramientas de piedra, el fuego y el arado).
Primero fue el alarmismo sobre los microondas, después les tocó a las líneas de alta tensión, más tarde a los teléfonos móviles y, ahora, a las redes wi-fi. Que no se acaben de encontrar sus supuestos daños en la salud, no importa mucho.
Para mí, el que los mismos que temen las radiaciones de la telefonía móvil puedan tumbarse al sol durante horas, aunque sea de sobra conocido que los rayos ultravioletas, otra radiación electromagnética, sí son cancerígenos, es muy esclarecedor de la poca racionalidad e inteligencia que hay tras esta histeria. Pero claro, el sol es «natural», y el bronceado, tradición y moda, y eso, al parecer, lo convierte todo en un asunto totalmente distinto.
La verdad es que disimular las antenas no es la mejor manera de evitar la conspiranoia. Mientras que otros intentan informar a la población, cosas así dan la impresión de que hay algo que ocultar.
INFORMACIÓN:
Para iniciarse en el tema, tenemos (en PDF) la monografía Antenas y salud de los museos científicos coruñeses.
Documentación de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) sobre campos electromagnéticos y salud.
Folleto Campos electromagnéticos y cáncer: preguntas y respuestas de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), avalado por la Asociación de Consumidores y Usuarios (OCU), el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT), la Sociedad española de oncología médica (SEOM) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR).
Nota de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con sus conclusiones sobre los efectos de las antenas en la salud.
Mobile Phones and Health (Teléfonos Móviles y Salud), información en inglés del Independent Expert Group on Mobile Phones (Grupo de Expertos Independiente en Teléfonos Móviles).
Etiquetas: escepticismo
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Recuerdo que con motivo del estudio que no encontró relación entre el alto número de cáncer en los niños de una zona de Valladolid y las líneas de alta tensión, por la tele se pusieron a recopilar anécdotas y testimonios del miedo de mucha gente a enfermar por culpa de las líneas de alta tensión. El esperpento llegaba hasta tal punto que personas que habían (ilegalmente, por supuesto) construído sus casas junto o bajo torres de alta tensión, se quejaban angustiadas y solicitaban su retirada. No parecían igual de impactados por los letreros con la leyenda 'Peligro, alta tensión. No tocar', y un rayo atravesando la silueta de un paisanico mientras caía dramáticamente o una calavera sobre un fondo rojo (no sé qué modelo se llevará ahora).
Estoy flipando. ¿Esto es una broma? ¿Es real la imagen? Veo que esta entrada no tiene la etiqueta de "humor", así que mientras no te pronuncies voy a pensar que esto está pasando de verdad.
Me parece contraproducente que disfracen las antenas. Cuando esto se destape (y tú ya lo has empezado a hacer, cosa que me parece de perlas) los conspiranoicos van a tener una excelente baza a su favor. "¡La prueba de que las antenas son malas es que las enmascaran haciéndolas pasar por chimeneas!", dirán histéricos perdidos.
A pesar de todo, aunque me parezca que es deshonesto lo que muestra esta imagen -y a la larga no creo que sea una buena idea- no dejo de reconocerle su pícara gracia al ingenio. Carme Chacón podría copiar la idea para enmascarar puntos estratégicos.
Pues bueno, la curiosidad me ha llevado a buscar información sobre esto de las antenas travestidas y veo que el tema ya era conocido públicamente, al menos desde Abril del año pasado:
"Como ejemplo, Rodríguez dijo que en Las Palmas de Gran Canaria hay instaladas 300 antenas de telefonía móvil, además de otras instalaciones de menor intensidad, algunas de ellas enmascaradas para pasar desapercibidas".
"No obstante, hemos detectado muchas mimetizadas, situación que sólo conduce a la confusión y a un riesgo para los ciudadanos".
Por aquí hablan de ello.
Menos mal, Gerardo. Temía que las malvadas empresas de telefonía pudieran contratar un sicario para acabar contigo por desvelar sus planes para dominar el mundo, pero como ya lo sabe mucha gente no creo que les sea rentable.
Un abrazo.
Existen unos trastitos a los que, quienes los vendemos e instalamos, denominamos repetidores GSM y que consisten en una antena ligada por un cable a otra más pequeña, aunque ambas de pequeño tamaño (la mayor no abulta más que un monitor de pantalla plana de 14")
La misión del invento (cuando la cumple) es aprovechar la mayor cobertura en una zona, para derivarla, a través del cable, a una zona de menor cobertura. Por ejemplo, usted quiere tener cobertura GSM en una habitación donde no la hay. Nosotros le montamos la antena "gorda" en la calle y la pequeña en la habitación y las unimos con el cable. Ale, ya tiene su excelencia cobertura. Aunque les advierto que el precio no es nada módico.
Les suelto el rollo comercial no por vender, sino para evitar que nadie malinterprete que sé yo mucho del tema, ya que en realidad sé lo justillo para explicar lo hasta ahora explicado y poco más.
Pues resulta que un cliente nos lo pidió. Al tener que poner la antena en la fachada del edificio, se hace necesario pedir permisos al ayuntamiento, pues es obra civil y de lo contrario nos podría caer una multa. Uno de los documentos necesario para tramitar los permisos es un consentimiento escrito de la comunidad de vecinos del edificio.
Pues por esta paranoia, anda mi cliente aún (un añito hace de la broma)con mala cobertura y probablemente se vea obligado a cambiar de local, dado que para aquello en que necesita el móvil le es imprescindible tener una excelente cobertura GSM y los vecinitos no echan para atras.
Gracias Gerardo, me voy a bajar la doc, a ver si me ayuda.
Es todo ciertísimo, de verdad, la vi con estos ojitos que se han de comer los gusanos.
Me ha dicho que les pusieron otra más, pero no sé si camuflada también.
Yo había vista alguna ya en internet, una enorme, camuflada de palmera. Pero hasta que no lo vi yo mismo, no hice mucho caso, la verdad.
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