05 octubre, 2005

Confesiones de un mal futurólogo

El siguiente artículo, que me proporcionó la satisfacción de recibir mis primeros correos indignados de protesta (comentarios sí había recibido muchos), fue publicado como "Epílogo" de febrero de 2005 en AOL2002. Lo reproduzco aquí, tan obsoleto como se ha quedado ―aunque añado algún enlace que le devuelve la frescura―, para rellenar indecentemente el blog, para seguir molestando a algunos, y para dejar constancia del desastre de predicciones que hago.

      Lo reconozco: me equivoqué, soy un futurólogo pésimo que no adivina el porvenir. O sea, como todos.


Narices paranormales

Aún no está fría la polémica que se ha creado con las nuevas Caras de Bélmez. Hacía tiempo que la denuncia de la impostura del mundillo del falso misterio no tenía tanta repercusión y hacía tanto daño.

      El golpe infligido a los charlatanes es seguramente relativo, un rasguño, ya que su caradura y su falta de ética les permite continuar con sus carreras como si nada sucediese. A pesar de ser descubiertos una y mil veces, siempre hallarán creyentes incondicionales o desinformados que ellos se ocupan de mantener así; aunque de todos modos les molesta y les asusta perder el dominio total de los medios en los que ejercen la manipulación de la información y la censura más feroz.

      Ante la información escéptica y, en general, ante cualquier tipo de crítica, determinadas reacciones son sintomáticas del tipo de persona ante la que nos encontramos: desde la calumnia al crítico (que puede ser acusado de moverse por oscuros intereses como odios personales, envidias, dinero, tramas empresariales y hasta conspiraciones militares) hasta las ya divertidas amenazas de denuncia con las que intentan intimidar y fingir ante los seguidores una inexistente nobleza indignada.

      El ejemplo reciente lo tenemos en Pedro Amorós, de la SEIP, que, tras ser acusado de falsificar las nuevas caras de Bélmez, anunció en sus foros y en los medios de comunicación, denuncias a los informadores escépticos. Pero no lo ha hecho ni lo hará, del mismo modo en que miente cuando afirma que ha denunciado a otros críticos con anterioridad (los supuestamente denunciados aún se están riendo desde que les preguntamos si era esto cierto).

      En la memoria tenemos también a J. J. Benítez rabioso por el clamor popular ante el video lunar falsificado que presentó en su serie de televisión Planeta Encantado, todo un insulto a sus seguidores, a los que parecía decir que tomaba por tontos. Benítez es de los que suele acusar a sus críticos de ser pagados por los servicios de inteligencia (patético) y en esta ocasión anunció seguras denuncias contra los escépticos que airearon su patinazo. Aún estamos esperando.

      Cuando se destaparon las mentiras con que Íker Jimenéz pretendía prestigiar su Alerta OVNI 2004 reclutando observatorios astronómicos a los que ocultó la verdadera naturaleza del evento (disfrazado de "noche de observación astronómica") el locutor de Milenio 3 prometió demandas contra "arpíos" señalados ("arpíos" son llamados sarcásticamente los escépticos organizados). Dice tener todavía el asunto en manos de sus abogados. Pero la denuncia no aparece.

      Bruno Cardeñosa anunció denuncias contra los escépticos americanos que desvelan, en su página web Perspectivas#, que el ufólogo intentaba hacer pasar por un OVNI lo que no era más que un conocidísimo fenómeno natural: el "espectro de Brocken". Aunque se le informó de la naturaleza clara del caso poco después, han pasado nueve años sin que haya publicado una rectificación de su artículo. Cardeñosa no tolera que se haga notar su falta de ética o su profunda ignorancia y se inventó incluso una delirante legislación internacional para amenazar con una denuncia que, por supuesto, no llega nunca.

      Todo esto es muy divertido, claro; cada vez que ciertos tipos amenazan con una demanda unos cuantos nos partimos de risa. ¿Habrá por fin denuncias en 2005? He consultado las cartas, los astros, lo posos del café y hasta el vuelo de los pájaros. No me han dicho nada, pero mi predicción es que habrá tantas como en 2004: ninguna.

      Mentiras sí que habrá muchas: cada vez que algunos personajes abran la boca.

Actualización del texto: como todos los escépticos sabemos (y nos tiene muy contentos y excitados), Pedro Amorós sí se ha atrevido finalmente a demandar al periodista Javier Cavanilles y al diario El Mundo. La chapucera y ridícula demanda nos la disecciona con mucha coña Yamato, un abogado de verdad (no como otros indocumentados), en su blog El fondo del asunto. Pasen y vean.

      Y mis dotes adivinatorias tampoco están tan mal: si contamos cuántos magufos mencionados siguen sin cumplir sus amenazas y aceptamos la última frase como vaticinio (las trolas siguen a la orden del día, eso era ir sobre seguro), he fallado sólo una de cinco predicciones. ¡Un acierto del 80%! Ustedes sigan a lo suyo, que me voy a hacer unos cuantos test con cartas Zener para comprobar mis recién descubiertos poderes paranormales. Tiembla, James Randi, tu millón de dólares está en juego...

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3 comentario/s (feed de esta discusión):
Blogger Gerardo escribió:

Si lo vemos así... Lo que pasa es que yo sé que cuando escribí "denuncia" lo hice usándolo como un sinónimo general de tomar medidas legales o como queramos llamarlo. En un sentido coloquial y poco técnico. Vamos, que aunque sea una demanda y no una denuncia, me valdría para lo que yo quise decir.

Mal usado, lo sé. En las partes de la entrada redactadas ahora me he cuidado de usar sólo ya la palabra "demanda".

Pero qué mas da... Para algo están las explicaciones ad hoc. Tienes razón, soy un fenómeno y ni yo mismo soy consciente de mis inmensos poderes. ¡He acertado el 100%!

10/06/2005 10:12:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

Ah, y nada de invitar a unas cañas, montamos una fiesta por todo lo alto..

10/06/2005 10:13:00 p. m.  
Blogger Gerardo escribió:

¡Y con marisco!

Saludos escépticos

10/06/2005 11:15:00 p. m.  

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